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Sin pensión por un problema de ‘correos’ entre España y Rumanía

Copia del documento de envío por 'email' del expediente de Mircea. | DA

MARTA PLASENCIA | Santa Cruz de Tenerife

Moise Mircea es un ciudadano de nacionalidad rumana que lleva viviendo en Tenerife, en La Cuesta, desde hace años. Trabaja en la Dársena Pesquera y tiene ya 65 años. A esta edad, lo único que desea es jubilarse y comenzar a vivir una nueva etapa en su vida, más calmada.

De hecho, solo le quedan nueve meses para poder disfrutar de su pensión después de una vida entera “de currante” en Rumanía y España.

Pero Moise se ha encontrado con un problema inesperado. La tramitación de su expediente de jubilación está paralizada porque no ha llegado a la Casa Natal de Pénsil (Casa Nacional de Jubilaciones de Rumanía).

Y el motivo es, si cabe, más sorprendente en estos tiempos que corren. Lo explica el propio Moise Mircea. “Hacía seis meses que había rellenado los papeles para pedir la pensión de jubilación (el 28 de febrero de 2011) y todavía no había recibido noticias sobre la situación del expediente, así que llamé a la Casa Nacional de de Jubilaciones”, afirma con preocupación.

“La persona que me atendió me confirmó que no habían recibido ningún expediente. Durante la conversación, le comenté que los formularios habían sido enviados por correo electrónico desde la Seguridad Social española”, y aquí viene el problema.

Según le dijeron a Moise desde Rumanía, la Casa Nacional de Jubilaciones del país del este europeo no tiene servicio de email, “y todos los documentos para las jubilaciones deben ser enviados por correo ordinario, incluso los de España”.

Tras recibir esta noticia, Moise se puso en contacto con la dirección provincial de la Seguridad Nacional en Santa Cruz de Tenerife para informarles de esta circunstancia, pero “lo único que hicieron fue mandarlos otra vez por correo electrónico”, tal y como puede verse en el documento.

“Se reitera nuestra petición de fecha 28-02-2011, a los efectos de poder continuar el trámite del expediente de jubilación a nombre de Moise Mircea”, se puede leer en la copia enviada a Rumanía el pasado 23 de septiembre.

Desesperación

Moise está desesperado. Ha realizado los pasos pertinentes para la solicitud de su jubilación, ha trabajado los períodos de tiempo exigidos para poder recibir dicha pensión y lo único que le impide recibir “lo que merece” es la falta de entendimiento entre dos países de la Unión Europea como son España y Rumanía. “No entiendo como la Seguridad Social no sabe que tiene que mandar los documentos en correo ordinario”, afirma Mircea. Extraña, sí, teniendo en cuenta la cantidad de ciudadanos rumanos que viven en España.

Moise, como último recurso, ha enviado una carta a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social explicando su problema. “Mi vida, y vivirla de una forma decente, depende de la resolución de este problema”.
Moise está desesperado viendo como se acerca la finalización de su contrato sin tener la seguridad de cobrar su merecida pensión porque el Instituto de la Seguridad Social no hace algo tan sencillo como “meter los documentos en un sobre y enviarlos por correo normal”.

Además, Mircea sufre de un 65 por ciento de grado de minusvalía desde 2005, validado por la Dirección General de Bienestar Social. “Solo cobro 340 euros al mes de pensión de invalidez no contributiva. Si no se arregla el problema de mi jubilación, solo tendré eso para vivir”, afirma Moise.