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Una nueva isla > Jorge Bethencourt

   

El volcán hizo erupción a las 12.20 minutos GMT. A las 18.40 horas, el magma solidificado había creado una superficie de unos dos kilómetros cuadrados que formaba un islote humeante sobre el Mar de las Calmas. El presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, quiso visitar en helicóptero la nueva formación rocosa. Se le indicó que el aparato (volador) se encontraba a disposición de los científicos, del personal de emergencias y del presidente del Gobierno, pero no de él. “¿Del presidente del Gobierno? Pero si en el islote todavía no hay ninguna cabra que ordeñar”. El comentario de Alpidio no contribuyó a mejorar las relaciones con el Gobierno. Así que decidió acercarse al islote en una lancha de pesca. Su gozo en un pozo. Nada más arribar al nuevo trozo de tierra, entre las volutas de denso humo, pudo atisbar una enorme congregación de personas.

El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, gesticulaba frente a la ministra de Defensa, Carme Chacón, rodeados ambos de fuerzas de la policía autonómica canaria y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. Saltando sobre los riscos, Alpidio se acercó a la reunión donde se debatía intensamente. Tras escuchar el intercambio de exabruptos durante unos minutos, el presidente del Cabildo quiso que quedara claro que al término de la situación de emergencia el nuevo islote pasaría a pertenecer a El Hierro y que ya había cursado instrucciones para que quedara integrado dentro del Plan Insular de Ordenación, considerándolo como unidad de actuación de interés turístico y suelo urbanizable. Paulino Rivero, resoplando, le recordó que, al estar la nueva tierra en aguas archipielágicas, se trataba de una nueva isla y por lo tanto habría de tener su propio desarrollo dentro de la Zona Económica Exclusiva. La ministra, por su parte, indicó enérgicamente que sería Costas la responsable del islote, al menos hasta establecer el deslinde marítimo terrestre.

Tras seis horas de debate, ninguna de las autoridades logró alcanzar un punto de encuentro. Dos días más tarde, se logró un acuerdo histórico. La nueva isla contaría con un Cabildo propio, tres municipios, una delegación del Gobierno canario, del Instituto de Igualdad y del Diputado del Común. Y le corresponderían dos diputados en la lista al Parlamento regional. A Juan, un pescador de La Restinga que fue el primero en aproximarse a las nuevas costas para lanzar unas nasas, le cayó una inspección de Hacienda, una multa del Seprona y una bronca de Alpidio.

@JLBethencourt