A ver sí de una puñetera vez estos políticos agradecidos, peloteros y comadrejas, se enteran de que la inmensa mayoría de los/as ciudadanos/as no estamos adoctrinados por consignas sectarias y partidistas, que tenemos criterio propio, y además, que votamos a quien nos sale de las pelotas. El otro día, sin ir más lejos, dije a través de mi muro en el facebook que Rajoy escapó mejor que Rubalcaba del debate, aunque para mí los dos hicieron el ridículo más espantoso; nada nuevo ofrecieron, y ninguno dio la talla para ser presidente. ¡Para qué diría semejante cosa! Menos bonito, me dijeron de todo: vendido, traidor, chaquetero, quién te ha visto y quién te ve, y otras sandeces similares que me las paso por las bolsas del esperma. Recuerdo a mis lectores que la gran parte de mis amigos/as en la red social son de izquierdas, sobre todo socialistas, lo cual habla a las claras del alto grado de preocupación y nerviosismo que hay entre los militantes del PSOE, muchos de ellos/as con “miles de razones” para insultarme.
Que nadie se llame a engaños, la intención de voto favorable, según sondeo mediático y callejero, al PP, es el fruto de la indignación y desesperación del pueblo, que aunque resulte difícil de explicar, es una realidad que está ahí. Digamos que el PSOE lo ha hecho tan rematadamente mal, que lo que ha quedado en el subconsciente popular es que son los culpables de cinco millones de parados, el cierre de miles de empresas, de la congelación de las pensiones y la bajada de los salarios a los funcionarios. Por supuesto que existen matices, crisis internacional por ejemplo, para justificar las causas, pero es que en paralelo a ésta sangría económica-social, hay una pregunta sin respuesta: ¿por qué el PSOE no ha hecho nada contra los bancos y grandes fortunas? Para mí la cosa está clara: El PSOE es el único y directo responsable de que el PP, sin mérito alguno, gane las elecciones.
¿A quién votar el próximo domingo, 20-N? Con rotundidad y sin ambigüedades, creo que es la hora de liberarnos de prejuicios ideológicos nada prácticos en las circunstancias actuales. PSOE, PP y CC, han demostrado su nula capacidad para ponerse de acuerdo y resolver los grandes problemas económicos-sociales que se derivan de la crisis. Pregunto: ¿los mismos de siempre, más los cadáveres políticos que les acompañan en las listas, nos van a sacar de ésta? Llegó la hora del voto pragmático, aquel que aminore el triunfo del PP, pero que al mismo tiempo, ocupe el espacio ideológico abandonado por el PSOE, que va desde la izquierda real a la socialdemocracia efectiva.
Podemos y debemos sacar de la política a inútiles y corruptos. La clase trabajadora con su voto debe apoyar que la izquierda real se note en número y fuerza en el Congreso de los Diputados. Me reafirmo en que en estos momentos votar a Sí se puede, SxTF y Equo, cuya candidatura encabeza Manolo Marrero, es apostar por el bienestar de las personas en un Estado Social y de Derecho, y por una democracia real y participativa, son aspiraciones mínimas de cualquier ciudadano. ¡Ahora, o nunca!
juanguanche@telefonica.net