Esta semana los italianos nos han dado una lección. No de cómo gestionar la crisis, que en este asunto están como nosotros [o sea bastante mal] sino de cómo formar un gobierno. Vale que se han visto obligados a ello pero ahora que, previsiblemente, nos toca a nosotros formar un nuevo gobierno, el Partido Popular podría tomar buena nota y apostar por personas competentes y no por los mismos políticos, que ya están afincados en el poder.
En cualquier caso, lo que ha hecho Monti en Italia no debe (no tiene) porqué sorprender puesto que debería ser lo normal. Un médico en el departamento de Sanidad, un rector en Educación, un militar en Defensa, un embajador en Exteriores, un abogado o jurista en Justicia, un economista en Economía y Hacienda, un periodista en la Portavocía…vamos, lo normal. Gente preparada que sabe lo que tiene entre manos.
Creo que España necesita ya, de forma urgente, personas cualificadas que saquen el país adelante y que dejen de hablar a la sociedad como si fuéramos tontos. Por eso anda el país desencantado con los políticos. Por eso decrece, año tras año, la confianza en la política. A diario vemos como personas incompetentes y sin valía se apoltronan en un sillón y tienen como profesión la de ser político.
De hecho, si dejan la silla del gobierno no tienen otra profesión conocida. Y es que la de político no debe ser una profesión sino una vocación. Los políticos con vocación son los que deben sentarse en la cámara legislativa. Italia lo ha hecho bien. Ahora nos toca a nosotros seguirla y dejar de ser un país de tercera. Pasar a ocupar los primeros puestos en Europa, junto a Francia y Alemania.
Debemos empezar a trabajar para que las grandes potencias nos traten de tú y no nos miren por encima del hombro. Debemos empezar a creer en España como nación, como un país capaz de mirar a los ojos a países como Estados Unidos o Alemanía. Y esto sólo se consigue con personas preparadas y cualificadas y, ¿por qué no? un poco patriotas. Debemos abandonar la idea de que el patriotismo y la derecha van unidas. En este sentido, todavía debemos aprender mucho. Todavía miro con envidia como una Italia unida, liderada por el mismísimo Riccardo Muti, le cantó las cuarenta a Berlusconi en mitad de la ópera. Nunca el Va, pensiero de Verdi sonó mejor.
Con la prima de riesgo pasando los 500 puntos y un país hundido en el más profundo pesimismo, debemos apostar a caballo ganador. Debemos apostar por gente cualificada. Y que conste, esto es trasladable al Gobierno de Canarias.