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¿Hay alguien ahí? > María Fresno

Canarias tiene un gran problema. Bueno tiene muchos problemas, pero el que más preocupa a los canarios ahora es el empleo. Hay hasta una asociación de parados en las Islas. La cifra de 258.000 desempleados no es para menos. Por activa y por pasiva se ha dicho que la única manera de salir de esta crisis es generando empleo. Esto hará que se reactive el consumo y que todo vuelva a la normalidad, en un tiempo, claro, porque la que se ha montado con esta maldita crisis ha sido muy gorda.

Mientras tanto, mientras todos sabemos lo que hay que hacer, pero nadie hace nada, los sindicatos se ponen a gritar que el Gobierno ha roto unilateralmente la concertación social. Los empresarios empiezan a moverse incómodos en las sillas del diálogo social. Los trabajadores reciben el mensaje de que no se puede hacer nada y de que su puesto de trabajo está en manos del mercado. Los parados no saben si echarse a llorar o emigrar. Los funcionarios parapetados sin gastar un euro. Los bancos sin creer en la empresa como demuestra el hecho de que han reducido en 3.000 millones sus préstamos y, las familias, pensando en cómo estirar el poco ingreso que tienen para llegar a fin de mes. Con este panorama de pesimismo generalizado ¿no es hora de que alguien haga algo ya? ¿No es hora de que desde la Consejería de Empleo se apliquen medidas para salir de este atolladero? ¿No es hora de que se den soluciones específicas al problema del desempleo en Canarias en lugar de encargar estudios sobre lo que se puede hacer cuando sólo tiene que preguntar a los empresarios y sindicatos?

Si. Ya es hora de que desde la Consejería se empiecen a aplicar verdaderas políticas de empleo. Es hora de apostar por la concertación social. A veces es mejor salir menos en fotos y trabajar más en los despachos y tomar decisiones aunque éstas no sean políticamente correctas.

Y me refiero a que el servicio público de empleo dijo esta semana que se han puesto más de 12.000 sanciones por la no renovación de la demanda de empleo. También se ha sancionado con la suspensión de la prestación a aquellos que no acuden a los cursos de formación o rechazan ofertas de empleo. Pero desde el SEPE no se puede actuar si desde el servicio canario de empleo no se denuncia. Hay que denunciar. Hay que incentivar el empleo y al empresario para que contrate. Hay que actuar, porque los canarios no nos merecemos esto.