
DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma
El astrónomo belga Christoffel Waelkens está al frente del comité que engloba a los organismos internacionales que operan en los observatorios del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC). Estos días está en La Palma con motivo de las jornadas del Gran Telescopio Canarias (GTC), si bien confiesa que su mayor preocupación ahora es el peligro que supone el mal estado en que se encuentra la carretera del Roque de Los Muchachos.
-¿Cuál es el futuro de los dos observatorios de Canarias?
“Son observatorios muy competitivos. Aquí está el GTC, que es el telescopio más grande del mundo y seguirá siéndolo por diez años. El modelo de observatorio es muy atractivo, porque con el IAC formamos un club que permite un funcionamiento muy eficaz sin que haya que crear una gran organización supranacional. A todo ello, por supuesto, se suma el cielo excepcional. El Teide va a ser el observatorio mundial de los telescopios robóticos, que necesitan una infraestructura cerca como la del IAC”.
-¿Perder el Telescopio Extremadamente Largo (E-ELT) ha sido un fracaso para el Observatorio del Roque de los Muchachos?.
“Tal vez la ESO (siglas del European Southern Observatory, organismo que impulsa esta infraestructura científica) ha ganado competitividad y no hay que olvidar que España forma parte de la ESO. El E-ELT también es español. Habría sido bueno en cierto sentido para La Palma y Canarias, pero eso no quiere decir que sea un fracaso. No porque el Barcelona gane la Copa de Europa, el Real Madrid es un equipo de Segunda División. En la primera división astronómica no hay muchos equipos, y La Palma es el rey”.
-¿El reto es mantener los observatorios en tiempos de crisis?
“Siempre que quiera decir a la vez modernizar los instrumentos. Un telescopio sin instrumentos modernos llega a anticuarse. Pero un telescopio con años, sobre el que se aplica innovación, puede ser el más moderno. Es probable que en los próximos años no haya nuevos telescopios. Tal vez sí el Gran Telescopio Solar. Pero los institutos tienen que modernizar sus instalaciones. En tiempos de crisis, ahorrar solamente no sirve, hay que invertir en nueva tecnología”.
-¿Tiene algún déficit importante el Observatorio del Roque?
“Nos preocupa mucho la carretera, que tiene que ser reparada. Es realmente problemática, no porque nos guste el lujo sino que ya llega a ser peligrosa. Hace unos años hubo la muerte de un colaborador bajando con su coche y temo un accidente este invierno, particularmente en la zona de Los Andenes. Pero hay que arreglarla toda. No sólo por el personal del Roque y los investigadores, sino también por la multitud de turistas que suben”.