SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife
2011 ha sido año de nuevo disco, La joven Dolores, y el tercero de lo que hasta ahora es una trilogía hispana (junto con Verano fatal, 2007, y Tu labio superior, 2008), tras la anglosajona (Frozen pool, 2001; Foreing land, 2002, y Continental 62, 2006). Pero para Christina Rosenvinge el idioma es parte de la forma, porque el fondo sigue habitando ese espacio de pop de vanguardia, de introspección y de búsqueda de una fórmula expresiva lejos de lo comercial. El viernes actúa en La Laboral, en un concierto donde la banda canaria Pumuky también presenta disco, Plus Ultra.
–La joven Dolores es un disco que no hace concesiones a las listas de éxitos. ¿Siempre ha tenido claro que quiere hacer su música sin mirarlas de reojo?
“Sí, porque para mí la música es algo muy personal y creo que para cualquier artista es fundamental actuar con honestidad en cada momento. De manera que, aunque al final te equivoques, hay que hacer siempre lo que uno cree que debe hacer y no pensar en la salida comercial que pueda tener tu trabajo. En suma, trato de hacer la música lo mejor posible, sin mirar a los lados”.
-¿Y es sencillo trabajar al margen de las sugerencias que plantea una gran casa discográfica?
“De hecho trabajo con una gran casa discográfica. Lo que ocurre es que, cierto tipo de artistas, sobre todo cuando ya cuentan con una carrera más o menos consolidada, disponen de una libertad creativa, de una cierta confianza que depositan en ti. Por otro lado, cuando grabo un disco, antes me lo pienso mucho. Me pongo a componer todo el rato y luego escojo los temas que más me gustan. Y sólo cuando considero que de esta selección podré obtener una obra terminada, con una idea muy clara, la presento”.
-¿Sirve de algo la experiencia, la madurez al abordar un nuevo álbum, o concibe cada disco como un punto de partida, un territorio nuevo que hay que explorar?
“La experiencia siempre se acumula y de alguna manera te sirve para saber por dónde pisas y controlar todos los pasos del proceso. Aunque también es verdad que esa experiencia la compartes con la de la gente que te acompaña en un nuevo proyecto. El trabajo, la aportación de otros te es de mucha utilidad y resulta esencial para el resultado final que persigues. Esto es parte de lo bonito que tiene el embarcarte en una experiencia musical. A todo esto se une el saber que cuentas con un público para tu música, con un grupo de personas que desea escucharte”.
-¿Y cómo se plantea ese proceso de preparar nuevas canciones?
“De entrada paso meses encerrada en casa. En ese momento ni siquiera toco, sino que me dedico a leer, a tomar notas, a escuchar otras músicas. Después llega la etapa en que dedico ha hacer canciones, muchas, con todas esas ideas que he ido recopilando. Las voy grabando poco a poco en el ordenador y, sobre los temas que he compuesto, comienzo a hacer una selección”.
-¿Una vez que sale del estudio suele sentirse plenamente satisfecha de ese trabajo o revisita a menudo los temas ya grabados?
“Cuando tengo la maqueta hecha, comienzo a tocar con los músicos y las canciones se van grabando. Algunos de esos temas los he presentado antes en conciertos, aunque lo normal es que no se hayan tocado demasiado. De manera que cuando las vas dando a conocer, las canciones adquieren una segunda vida y es frecuente que se vayan rehaciendo casi por sí solas”.
-¿Qué les espera a quienes decidan acudir mañana a su concierto?
“Podrán escuchar las canciones tal y como sonaron por primera vez. Básicamente, será un concierto de guitarra y voz, algo con un tono muy intimista, que es el que acostumbro a adoptar desde hace algún tiempo. Estos recitales son para mí algo muy hermoso, y en este caso estoy convencida de que mañana me sentiré muy cerca del público, será como un diálogo”.
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Acto: Christina Rosenvinge presenta su disco La joven Dolores, en un concierto en La Laboral (La Laguna)
Fecha: 11 de noviembre
Horario: 21.30 horas
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