
DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma
Este es su segundo mandato al frente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca. Pero su nombre está también íntimamente unido a la empresa pública Sodepal. Ahora, ajeno a la gestión de la misma, sigue al frente de uno de sus proyectos que está situando, como nunca antes había sucedido, los productos de las medianías palmeras en los lineales de las grandes superficies de Canarias. Sin duda, uno de los programas de los que se siente más orgulloso.
-¿La agricultura representa en La Palma una alternativa viable para el empleo de los jóvenes?
“Creo que la agricultura es un gran motor para generar empleo a medio y corto plazo. Eso en un marco normal, pero en crisis, todavía más. Ahora mismo hay grandes oportunidades para generar empleo en el sector platanero, por el necesario relevo generacional. Además, entre 2002 y 2008 fuimos la isla que más creció en superficie agraria, aumentando unas 250 hectáreas en subtropicales, sobre todo en mango y aguacate. Esto demuestra que además del plátano hay viabilidad para otros cultivos. Sobre las medianías, con el proyecto de planificación y comercialización conjunta estamos demostrando que La Palma puede ser parte de la despensa de Canarias si sabemos hacerlo”.
-Ese proyecto de Sodepal, ¿es economía real o descansa demasiado en la Administración?
“Es economía real. En los últimos diez años todas las administraciones han hecho un intento de recuperar las medianías a través de los programas de formación. Con buena fe hemos intentado formar jóvenes en el sector primario. Pero la realidad es que de esos cursos muy pocos se han dedicado a ello y los costes de estas medidas eran mucho mayores que este nuevo proyecto que ha emprendido el Cabildo. Lo primero que planteamos fue la necesidad de garantizar la rentabilidad de los agricultores. Además buscamos una planificación donde cada agricultor sabe lo que tiene que plantar, en qué momento, qué cantidades y qué precio va a obtener. Hoy participan 260 agricultores, que viven de lo que cultivan o complementan su renta. Pero no se benefician exclusivamente ellos, sino el resto que cultivan los mismos productos porque está actuando como listón de mercado y los demás operadores tienen que amoldarse al precio que comercializa Sodepal”.
-Es decir, están haciendo la función del antiguo Merco, ahora Gestión del Medio Rural (GMR), al regular los precios. ¿Para cuándo un merco insular?
“Desde La Palma hemos sido muy críticos con Merco Canarias. Una entidad necesaria pero que necesita una reforma. GMR es un proyecto regional que debe estar apoyado en estructuras como la creada por el Cabildo en La Palma. Hay un borrador de convenio para unir la estructura de GMR en La Palma con la de Sodepal. La realidad es que Sodepal comercializa muchos más productos y liquida los precios al agricultor mejor. Pero tampoco podemos perder esa estructura que tiene GMR en el ámbito regional”.
-¿Por qué producimos menos queso del que se demanda?
“Estamos en un momento de despegue del sector ganadero muy importante y es uno de los subsectores que más puede caminar en el futuro y generar empleo. La misma estrategia de comercialización que hemos hecho en Sodepal la trasladamos al queso. Actualmente hay varios ganaderos de la Denominación de Origen dentro de un proyecto de maduración conjunta y esta semana hemos empezado a comercializarlo en El Corte Inglés. El volumen de producción es una limitación. Hay que ir a mayores volúmenes y aumentar la cabaña ganadera porque es un producto que está totalmente vendido y la demanda es mayor que la oferta. Hay que convencer a los jóvenes de que es un sector atractivo para generar economía”.
-Pero las explotaciones ganaderos han sufrido serias trabas.
“Nuestra isla parece ajena al territorio regional, porque aquí la aplicación o interpretación de las normas es más severa que en otros lugares. Queremos mantener nuestro queso artesanal y las normativas europeas, hechas para grandes industrias, se deben adaptar a nuestra realidad. Se puede cumplir con la seguridad alimentaria y mantener nuestro queso tradicional. Las instalaciones ganaderas de La Palma son, gracias entre comillas a la presión de los últimos años, las mejores desde el punto de vista sanitario y de seguridad alimentaria de toda Canarias, aunque el sufrimiento lo han tenido que pasar los ganaderos”.
-Usted es el padre de Sodepal. ¿Le gusta cómo crece la criatura?
“Tuve la suerte de crearla, ponerla en marcha, ser el gerente y responsable político en cierto momento. Es una criatura que
ha crecido mucho y muy rápidamente. Nos ha permitido realizar proyectos como la comercialización conjunta o la
Transvulcania. Y ahora, después del pacto, estamos en un proceso de reflexión por el que queremos potenciar aquello que funciona bien, reestructurar lo que puede llevar la empresa privada y eliminar aquello que no alcanza los objetivos. Pero lo que está claro es que si no hubiéramos creado en su momento Sodepal, habría que hacerlo ahora. Ha sido beneficiosa en ahorro para el Cabildo y en la prestación de servicios”.
-Pero arrastra una imagen negativa, relacionada con falta de transparencia, clientelismo político, etc.
“Sodepal ha sufrido críticas, muchas veces infundadas. Como Gobierno hemos errado a la hora de explicar bien lo que es Sodepal. Creo que si le preguntáramos a los 260 agricultores que participan en el proyecto de comercialización alabarían la gestión de Sodepal, igual que cualquier participante en la Transvulcania o a las artesanas de la seda, por ejemplo. La transparencia existe en Sodepal y hay personas de todas las corrientes políticas. Nunca nos hemos llevado por el carné político”.
-La acuicultura no ha dado lo que se esperaba de ella en la isla de La Palma, ¿no?
“La acuicultura está pasando unos problemas económicos graves en el ámbito nacional y regional. Desde el Cabildo le hemos dicho que sí, siempre y cuando no haga daño a la pesca artesanal. En Tazacorte tenemos que hacer convivir en equilibrio la pesca tradicional, deportiva, el turismo y la acuicultura”.