“Lo peor no es que el sistema te manipule, sino que tú te dejes”

SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

"Que hayas logrado un sitio en la escena no quiere decir que ya tengas el pescado vendido”, afirma la actriz.

No apto para conservadores: para aquellos que nunca se preguntan porque creen tener todas las respuestas. La actriz canaria Antonia San Juan llega este viernes al Teatro Guimerá para poner en escena un monólogo que en realidad son muchos. Un espectáculo teatral que quiere hacer reir, pero también invitarnos a reflexionar.

-Vuelve a subirse a las tablas de un teatro. ¿Es aquí donde siente una mayor libertad como intérprete?

“Por supuesto. Es en el teatro donde puedo expresar y decir lo que me apetezca, donde no he de soportar ningún tipo de censura. En la tele no sería posible de ninguna manera y en el cine tampoco, porque no me permitirían salirme del guión”.

-¿Llevar el peso de un montaje, como es el caso de este monólogo, le supone más un acto de responsabilidad o de creatividad?

“Las dos cosas. La creatividad tiene mucho de responsabilidad, pues tu objetivo es lograr que tu trabajo guste al público. De la misma manera que cuando empiezas te subes a un escenario con frescura y casi que no le das demasiada importancia, con los años te convences de que tienes una deuda con la gente. Y entonces sí que aparecen los nervios, la incertidumbre, acerca de tu propuesta. El que te hayas hecho un determinado sitio en la escena no significa que ya tengas todo el pescado vendido. Siempre estás buscando no aburrir a la gente, siempre persigues que te vengan a ver”.

-En este monólogo se pone en la piel de múltiples personajes. ¿Cómo encara Antonia San Juan esta diversidad interpretativa?

“Pues echándole muchas horas de estudio y leyendo mucho. Para cualquier intérprete es esencial la formación diaria, ésa que solo se encuentra en los libros y en los grandes autores. De modo que procuro estar atenta a todo lo que pasa en el mundo de la cultura, del arte y también en lo que ocurre en la sociedad, y eso es algo que nunca acabas de conocer al completo, pero has de intentarlo”.

-La ironía, el humor corrosivo y hasta la crítica social forman parte de su propuesta. ¿La realidad sigue siendo el mejor material para su trabajo como actriz?

“Sí. A mí no me interesa que la gente venga a verme con actitud conservadora. La palabra conservador me habla de alguien que no lee, que no progresa, que no se hace preguntas, de alguien que se sostiene en un discurso decimonónico. Si durante una actuación mía te sorprendes porque yo diga un taco, es que no te preocupa ni lo más mínimo todo lo que está por debajo, todo lo que está por detrás, esas reflexiones a las que nos invitan los autores. Quiero dirigir mi trabajo a quienes están dispuestos a tener una mente abierta, que son capaces de reirse de sí mismos y también de las instituciones”.

-¿Y en un momento como el actual, donde la crisis está presente en prácticamente todos los ámbitos, la gente acude al teatro en busca de preguntas y de respuestas?

“Por lo menos deberían. Pero estamos en una sociedad tan estupidizada, tan contenta de vivir en la ignorancia y en no querer enterarse de nada, que nos deberíamos preocupar mucho, empezando por uno mismo, cuando alguien nos dice que únicamente va al teatro a reirse, a no pensar en nada. Creo que si acudes a un teatro debes pasártelo bien, sí, pero además has de apreciar cualquier cosa que desde un escenario te mueva a pensar. El propio sistema ya se encarga de que todo sea muy estúpido, de que no haya contenido, porque así la gente es más fácil de manipular. De manera que no me llama tanto la atención que el sistema te intente manipular como que tú también te dejes. En definitiva, yo quiero reirme, pero también quiero que me ofrezcan cosas con contenido. Por desgracia, lo cierto es que cuanto más vacuo es ese contenido, más demanda hay: hay mucha demanda de vacío”.

-A estas alturas de carrera, ¿qué le queda aún por hacer a Antonia San Juan?

“Pues, como poco, me quedan 48 años más de vida y mucha lata que dar. Me han hecho Hija Predilecta de Las Palmas de Gran Canaria y Canarias me ha concedido la Medalla de Oro de las Artes. Así que en lo que me queda tengo que seguir esforzándome por corresponder a estos honores que vienen de mi tierra. Tengo que trabajar por mi tierra, tengo que quedar muy bien con ella, para que cuando muera me pongan una estatua en cualquier lado y la gente diga que Antonia San Juan dedicó toda su vida a trabajar, a llevar el nombre de Canarias por todo el mundo. Ésa es ahora mi mayor ambición”.

Acto: Lo mejor de Antonia San Juan, en el Teatro Guimerá
Fecha: 25, 26 (20.30 horas) y 27 (19.00 horas) de noviembre
+ información: www.teatroguimera.es