ÁLVARO GIL-ROBLES > POLÍTICO, ABOGADO Y PROFESOR UNIVERSITARIO

“No sobran administraciones; lo que falta es racionalizar servicios”

Álvaro Gil-Robles, en la Isla, esta semana. / FRAN PALLERO

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

En sus tres principales facetas ha destacado como pocos españoles. Dotado de un sentido ético del servicio público que tan se echa en falta en nuestros días, la presencia en Tenerife de Álvaro Gil-Robles (Lisboa, 1944) es un lujo al que DIARIO DE AVISOS no podía ser ajeno.

-Repite en los encuentros de Otoño Cultural de CajaCanarias…

“Los encuentros son una experiencia atractiva ya que la fórmula es óptima. Dos personas implicadas en un tema, tanto personal como profesionalmente, lo hacen cara al público sin necesidad de enfrentarse para ver quién gana, sino simplemente para decir lo que llevan dentro, cómo se podría hacer las cosas de otro modo, qué habría que mejorar… En definitiva, reflexionar”.

-No está de moda el diálogo enriquecedor, sino el que disputa.

“Lamentablemente no, y por eso son aún más atractivos estos encuentros”.

-Como especialista en Administrativo, ¿es verdad que sobran administraciones en España?

“No sé si sobran, la verdad. Los detractores de las autonomías dicen ahora que sobran, pero creo que no. En España supimos resolver muy bien el paso de una dictadura a una democracia, y el problema territorial se resolvió con las comunidades autónomas de forma razonablemente bien. Ahora, todo exige una adecuación con el paso del tiempo”.

-¿En España hay que modernizar las autonomías?

“No solo modernizarlas, sino adecuarlas a su función. Lo que está claro es que hay que racionalizar servicios, y eliminar algunos aspectos que han surgido por mimetismo. Le pongo un ejemplo: ¿hacen falta 17 tribunales de cuentas en España? No. ¿17 defensores del pueblo? No. Y, sin embargo, sí tiene sentido un Diputado del Común en Canarias porque está muy lejos y cobra sentido algo cercano”.

-¿No se perdería identidad?

“La identidad no pasa por repetir todo lo que tiene el estado, sino porque se presten a los ciudadanos servicios que le son útiles. Racionalizar es la clave, porque además el desarrollo autonómico puede poner en peligro el principio de igualdad. Es objetable que, por haber nacido en determinada comunidad autónoma, el nivel asistencial o sanitario sea distinto al que se disfruta en la de al lado. No es aceptable: hay que tener un núcleo común”.

-¿No haría falta una coordinación central para lograrlo?

“Exactamente. Por eso no se puede desmantelar el Estado, dejarlo como una concha vacía, para que alguien reconduzca hacia la racionalidad, que haga imperar la igualdad de los derechos que se recogen en nuestra Constitución. Y que usted y yo vivamos igual, sea en Canarias o en La Coruña”.

-¿No utilizan argumentos similares los que propugnan, por ejemplo, que las autonomías devuelvan las competencias educativas?

“No hay por qué plantearse la devolución de competencias, que son más añoranzas de los centralistas que respiren lo bien que estaban en Madrid cuando le venían a pedir las cosas y ya verían si se las daban o no. La realidad es que con las comunidades autónomas este país ha dado un cambiazo monumental, y el que no lo reconozca es que está ciego. Porque han acercado los servicios a los ciudadanos, y esa administración cercana ha hecho prosperar a las regiones”.

-¿Y los ayuntamientos? ¿La solución también pasa por mancomunar servicios?

“Exactamente. Y allá el político que se niegue porque piensa que pierde una parcela de poder, porque sus vecinos tendrán peores servicios que otros. Hay que superar el cantonalismo mental”.

-Mientras hablamos, la crisis financiera se ceba con España…

“Recogemos gran parte de lo que hemos sembrado. Es una crisis fuerte en un mundo globalizado, y nos ha fallado, digo a toda Europa, la construcción de una dirección política común que ahora tome las decisiones que se deben tomar, que diera seguridad ante los mercados. Pero aquí cada uno ha ido a su aire, y no tenemos ni política fiscal ni económica común. Hay que ir a una Europa federal”.

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Garzón cierra hoy El mundo que queremos

El mediático Baltasar Garzón será esta tarde-noche el encargado de cerrar la novena edición del ciclo El mundo que queremos, que coordina el periodista y escritor tinerfeño Fernando Delgado dentro de la programación del Otoño Cultural que promueve CajaCanarias. Garzón, en calidad de asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya, y Dolores Delgado, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, protagonizarán un debate que gira sobre el tema Justicia sin fronteras.

El acto, que se llevará a cabo en el Espacio Cultural de CajaCanarias, comenzará a las 20.00 horas. Al mismo se podrá acceder por invitación, que se podrá retirar desde una hora antes del inicio del acto. Los asistentes tendrán la oportunidad única para participar en el diálogo que se establecerá entre estas dos personas vinculadas de forma estrecha con la defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional. La novena edición de El mundo que queremos se inicio el pasado miércoles con un debate entre José Antonio Martín Pallín y José Ricardo de Prada, y prosiguió ayer con un encuentro entre Álvaro Gil-Robles y José Manuel Gómez Benítez.

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