DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma
Jorge González es el nuevo consejero de Infraestructuras del Cabildo palmero, un área que ha recuperado la gestión del conjunto de la obra pública que se realiza en la isla de La Palma. González tiene claro que, sobre todo en estos tiempos de crisis, la inversión tiene que priorizarse en pocas pero eficaces infraestructuras que se empiecen y se acaben. También es concejal en Breña Alta; su función ahora está centrada en la política insular.
-¿Pasan por su área todos los proyectos que tiene el Cabildo?
“Nos encargamos de la planificación, gestión y ejecución de toda la obra pública, en colaboración con las diferentes áreas del Cabildo. Nuestra misión será ejecutar las obras en tiempo, forma y calidad. Vamos a intentar humanizar las infraestructuras. Además, la cooperación con las administraciones va a ser fundamental. Vamos a hacer un esfuerzo para que los ciudadanos, desde cualquier parte de la Isla en la que estén, puedan realizar a través de su Ayuntamiento autorizaciones que dependen del Cabildo y así no tengan que desplazarse”.
-¿Cómo se consigue ese objetivo de humanizar las infraestructuras?
“El objetivo de las infraestructuras es mejorar la calidad de vida. Queremos fomentar la utilización eficiente de las infraestructuras que existen. Vamos a hacer un test de las existentes y a darle una respuesta para acabar con la indecisión que existe en obras que están paradas. Ya no vale hacer obras si no sirven para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos”.
-Eso recuerda, por ejemplo, al Centro de Interpretación del Mundo Rural de Barlovento. ¿Qué harán ahí?
“Hay que testarlo, ver la situación en que está; planificar, buscar un presupuesto y tomar una decisión. Entre todos tendremos que tomar una decisión para que estas infraestructuras -ahora en tierra de nadie- se activen”.
-Una de las propuestas que consiguieron sacar adelante poco antes de entrar en el Gobierno insular fue la de resucitar el Plan de Infraestructuras Municipales. ¿Hay fondos para hacerlo?
“Vamos a fomentar políticas que generen coherencia en la planificación de los recursos insulares y en esto tendrán protagonismo todos los municipios. Como bien dice, una de las primeras iniciativas fue recuperar el Plan de Infraestructuras Municipales que le da autonomía a los ayuntamientos para gestionar sus propios recursos en los servicios que quieren plantear, con unas directrices que queremos consensuar con ellos. Para ello le vamos a pedir compromiso, que no siempre será económico, y también el esfuerzo a la hora de colaborar en el mantenimiento del territorio. El plan fue un compromiso político básico para entrar en el Gobierno insular y deberá tener un soporte presupuestario. Estamos convencidos de que va a ser muy importante para equilibrar la economía insular. Es un compromiso político que se verá refrendado en los presupuestos”.
-¿Puede dinamizar la economía la obra pública en la situación de crisis en la que nos encontramos?
“Dinamiza la economía del sector de la construcción en el periodo de ejecución que se necesita hasta terminarla. Y si está ligada a una gestión estratégica y eficaz de los recursos de las infraestructuras, que desde luego vamos a realizar, va a generar economía. Ejemplos como que acaba de terminar el plazo de presentación de ofertas para ejecutar el centro de día del antiguo hospital de Las Nieves, se adjudicará a una empresa, moverá la economía que esté ligada a este sector y, luego, a la gestión para atender a los usuarios de este centro. Además, están las infraestructuras en materia turística, que son de obligado cumplimiento durante este mandato y que tienen que comenzarse y acabar”.
-¿Cuáles son?
“La Fuente Santa necesita de un fuerte impulso, lo mismo que el centro de visitantes del Observatorio del Roque de Los Muchachos. También hay que darle un impulso a las zonas turísticas convencionales que hay en la Isla, como Puerto Naos y Los Cancajos, con infraestructuras como el salinario. Uno de los principios básicos de este Gobierno cuando hemos entrados es priorizar y ejecutar. Ha llegado el momento de que las cosas no se queden a la mitad, así no nos sirven. Tiene que haber un comienzo y una finalización”.
-¿Se ha despilfarrado mucho dinero en planes incompletos?
“Hay cosas que se han empezado y no se han acabado, y eso hay que cambiarlo. Para ello hay que priorizar lo que queremos y volcar todo el esfuerzo en acabarlo. En esa tarea estaremos continuamente en este área que me toca llevar, la de priorizar lo que vamos a consensuar entre todos y que va a cambiar el esarrollo socioeconómico de la Isla con esas infraestructuras que deben ser operativas, eficientes y eficaces. Si hacemos muchas cosas sin esa voluntad finalista estaremos despilfarrando el dinero, y más como están los recursos hoy en día, cuando debemos utilizar más que nunca la imaginación y promover sinergias entre diferentes áreas para alcanzar objetivos concretos que permitan el despegue socioeconómico de La Palma”.
-El estado de conservación de las carreteras no parece el mejor.
“Somos conscientes de que tenemos un reto por delante de cambiar el estado actual de las carreteras. Es algo obvio que el que transita por las carreteras lo ve. Y no me refiero a las obras que se están haciendo en el norte y en el sur, sino el propio estado de las carreteras. Hay que hacer un esfuerzo entre todos. Vamos a luchar para que se incremente el presupuesto en conservación. Es fundamental mejorar el estado actual de las vías, no solo con inversión sino también exigiendo calidad a las empresas que se dedican a esto”.
-¿Saldrá adelante en este mandato una solución definitiva al peligroso cruce del Molino?
“Fue la primera pregunta que le hice al viceconsejero de Obras Públicas. Es una obra que depende del Gobierno, está en el convenio de carreteras y espero y deseo que sea una realidad esta legislatura. Es un compromiso que tenemos todos. Además del cruce del Molino, estamos testando más puntos negros de la red insular de carreteras”.