DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El Festival Internacional de las Artes del Movimiento de Tenerife FAM’11 se despide mañana a partir de las 21.00 horas con la actuación del bailarín y coreógrafo tinerfeño Daniel Abreu que, recién llegado de Italia donde acaba de presentar Equilibrio, descubrirá en el Auditorio de Tenerife Adán Martín su espectáculo Animal. Abreu, que durante estos días ha impartido un taller dirigido a personas mayores, también expondrá mañana el resultado de esta actividad.

-Regresa a su tierra con Animal. Conceptos como el instinto o la supervivencia están muy presentes en este trabajo…

“Partiendo de la idea del instinto y la supervivencia, en Animal se construyen cuadros de reflexión poética acerca de las emociones básicas del ser humano. La obra se centra sobretodo en el amor y la lucha, pero estas escenas se ven hiladas por otras emociones propias de los humanos pero que de alguna manera nos acercan al mundo animal. El espectador se va a encontrar con un trabajo fotográfico como en otros muchos que ya he dirigido, acciones de danza y algunas de texto. El hilo argumental está basado en sugerir más que en contar”.

-Recurre a esas emociones ligadas al mundo animal, a instintos puros, para ahondar en sentimientos más profundos ¿Qué es lo que quiere contar?

“La obra comienza con el nacimiento, el llegar a un lugar desconocido, descubrirlo, y en aprender a vivir y a subsistir en él. De ahí viaja hasta el sueño, el descanso o la lucha. Lo normal sería acabar con la muerte pero eso es algo con lo que ya todos contamos, por lo que esa escena no aportaría nada ni a la obra ni a la vida. Muchas escenas están basadas en la lucha, en la necesidad. Eso es el instinto animal, la supervivencia, y de eso está llena la obra pero desde el punto de vista solitario y humano. No quiero hablar del mundo y en la manera en que nos relacionamos, sino como dejamos de hacerlo”.

-Los bailarines Dácil González, Álvaro Frutos, Álvaro Esteban y Anuska Alonso lo acompañan sobre el escenario y lo ayudan a plasmar sus reflexiones. ¿Cómo es Animal para los bailarines?

“Se enfrentan al cambio de registro y de códigos continuos. Es como si viéramos pasar la vida de mucha gente pero sin juzgarla, sin emoción. Los bailarines son los responsables de hacer creíbles las escenas, y muchas veces sin demasiada información de lo que está pasando, de lo que el público puede estar viendo, por lo que la tarea se vuelve más difícil. Pero así es un poco como yo veo la vida en esta obra, una incertidumbre de gente que se encuentra en un espacio donde vive y convive. Los bailarines son el alma de la obra, ellos son los responsables y los mensajeros de una forma de ver. Si fueran otros bailarines la obra sería otra. Igual hablaríamos de lo mismo pero desde otro lugar. Cuento con un equipo de trabajo fantástico, entregado a lo que hacen. Su excelencia como intérpretes se verá en cuanto pisen el escenario, y yo les doy las gracias por ello”.

-Animal es una coproducción de Auditorio de Tenerife y Mercat de les Flors que está apoyada por el proyecto Europeo Modul Dance. ¿Qué valora de estas políticas de colaboraciones y de la confianza que el Cabildo, a través de Auditorio, deposita en usted y en sus trabajos?

“Es la segunda vez que el Auditorio apoya alguna de mis creaciones. El aporte y apoyo de una institución como el Auditorio de Tenerife es de incalculable valor. Supone que desde Canarias se apoya mi trabajo, y se hace de una manera transparente y apetecible. Me permite seguir en contacto con mi tierra desde otro lugar y entender que la política cultural en Canarias está abierta a nutrirse y nutrir todos sus campos de acción. Siempre he contado con el apoyo del Teatro Victoria y estos últimos años además con el Auditorio, siendo de Tenerife, no tengo más que palabras de agradecimiento”.

-Respecto al FAM’11, ¿qué le parece la iniciativa de Auditorio de Tenerife de crear un festival como este, dedicado a las artes del movimiento en general?

“La danza siempre fue la hermana fea de las artes pero parece que eso empieza a cambiar, y el Auditorio se suma a esta idea de una forma rotunda, lanzando este primer festival que enriquece el panorama cultural, que quizás por la insularidad y el coste que supone, siempre ha apostado poco y seguro”.