EL HIERRO > CRISIS VOLCÁNICA

Blanco: “Las burbujas no indican que el edificio volcánico vaya a emerger pronto”

María José Blanco, ante el ordenador. / FRAN PALLERO

VICENTE PÉREZ (ENVIADO ESPECIAL) | EL PINAR

¿A qué distancia está ya el volcán de la superficie del mar? Es el dato más demandado en los últimos días, pero la respuesta depende del último sondeo del buque oceanográfico Ramón Margalef y se conocerá muy pronto, según señaló ayer la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, quien recordó que la última información al respecto data de la anterior batimetría, cuando se fijó en 180 metros la distancia entre la cima del cono y el nivel del mar.

La geofísica advierte, sin embargo, de que debe tenerse en cuenta de que un flanco del volcán submarino se derrumbó y que las ebulliciones de gas y cenizas elevadas hasta 15 metros sobre el nivel del océano no indican que el cráter esté a punto de emerger. “No hay relación entre la aparición de las burbujas y la profundidad, sino que son manifestaciones de gases que arrastran sólidos hacia la superficie y estallan allí donde hay menos presión”, explica la geofísica en el cuartel general en La Restinga.

Blanco resumió así la situación actual: “La sismicidad está a un nivel más bajo que la semana pasada, con los epicentros en la zona norte y en el mar, con ejes Nor-Nordeste Sur-Suroeste, a una media de 18 kilómetros de profundidad. En cuanto a las deformaciones, se dan al este del Golfo, con una ligera tendencia hacia el Sur”.

El IGN cuenta en La Restinga con un equipo de 8 expertos, a los que hay que añadir los que ha enviado al lugar el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), que confirma un nuevo incremento de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por el edificio volcánico de El Hierro. La tasa de emisión registrada ha alcanzado las 1218 ± 46 toneladas diarias, el mayor valor observado desde el inicio de la reactivación magmática, en julio. Blanco reconoció que es la primera vez que el IGN intenta descifrar un fenómeno volcánico tan cerca de población y con los científicos a tan solo 1,5 kilómetro de la erupción.