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Claustro Café un templo de pequeños ‘pecados’

   

Claustro Café está situada en la calle Pi y Margall 10. | DA

CRISTINA HERNÁNDEZ | Santa Cruz de Tenerife

Situada en la calle Pi y Margall, 10 de Santa Cruz de Tenerife, El Claustro es la única tienda en Canarias especializada en productos elaborados artesanalmente en monasterios y abadías de toda España. Una propuesta exquisita para nuestros regalos de Navidad

Lleva abierto poco más de un año y sus propietarios están muy contentos porque la aceptación ha sido muy buena. Según cuenta Miguel, uno de sus dueños, la mejor publicidad que han tenido es el boca a boca. También detalla cómo se les ocurrió esta idea. Son unos damnificados más de la crisis que nos afecta a todos y han tenido que agudizar el ingenio. Después de quedarse los dos en el paro, -Rafael proviene del sector de la Sanidad y Miguel de la administración-, sabían que había que hacer algo, pero no tenían muy claro el qué. En un viaje a Barcelona vieron una tienda especializada en venta de dulces de monasterios y al averiguar que en toda España solo existían tres de esas características decidieron arriesgarse y montar una en Tenerife. 

Artesanal cien por cien

La aventura no fue fácil. Muchas monjas se negaban en un principio a abastecerles por miedo a que las engañaran y no había forma de convencerlas. Sí, aún hay mucha gente mala en el mundo que se aprovecha del trabajo de unas pobres monjas que hacen esos dulces con todo el cariño. Por eso están tan buenos; por eso y por la ayuda divina, claro.

El caso es que después de batallar con muchos monasterios obtuvieron la confianza de varios, poco a poco, han ido llenando su establecimiento de productos: 23 les surten en estos momentos. Se han querido abastecer de los más pequeños y salirse de los más comerciales, sobre todo porque algunos de ellos no tienen nada de artesanal. Así que lo que podemos encontrar en El Claustro es todo artesanal, cien por cien garantizado. Tanto, que los pedidos los hacen solo para ellos y a su gusto; mermeladas con azúcar o sin azúcar, con fructosa, con sacarina, vamos, pedidos a la carta.

Como anécdota, uno de los monasterios se olvidó de especificar un ingrediente en las cajitas donde empaquetan los dulces y, ¿cómo lo solucionaron?; pues escribiéndolo a mano en cada caja. Desde luego, más artesanos imposible. Los dulces de conventos siempre han sido muy apreciados por todos y tener en una sola tienda tanta variedad al alcance de la mano es todo un lujo. Podemos encontrar todo tipo de variedades. De las monjas clarisas encontramos delicatessen como yemas, semáforos (unos dulces de lo más sencillos pero muy ricos), turrones o dulces con chocolate, entre otros. Mazapanes de las Dominicas, turrones de las Adoratrices Perpetuas de Cataluña o mermeladas y confituras creativas de las Benedictinas.

Sí, hay repostería creativa en los conventos. Las monjas Benedictinas hacen mermeladas y confituras de plátano y chocolate, naranja y whisky, melón y canela o confitura de aceitunas. Ahí es nada. Tengo que decir, con conocimiento de causa, que también venden las mejores almendras garrapiñadas del mundo, hechas por las monjas Benedictinas de Alba de Tormes, en Salamanca. Lo digo con tanta claridad porque las llevo comiendo desde niña porque mi tía, monja de ese convento, me las manda todos los años por Navidad y ¡son deliciosas! 

En estas fechas podemos encontrar los clásicos dulces navideños. Desde turrones, mazapanes, pan de Cádiz o polvorones. La mayoría de ellos con una buena presentación para cualquier regalo con el que queramos quedar bien. Si bien es verdad que Rafael nos cuenta que “muchas personas dejan de probar auténticas exquisiteces porque la presentación es bastante sencilla”. Comenta que “muchos monasterios pequeños tienen a muy pocas monjas jóvenes y eso del marketing y la imagen no es algo que cuiden mucho, sobre todo porque las que quedan son muy mayores y así lo han hecho toda la vida”, dice.

Café y terraza

El Claustro no es una tienda corriente. Si lo que te apetece es hacer una degustación también tienes la opción de tomarte un café o un té acompañado de cualquiera de las pastas que allí se venden. Miguel y Rafael han habilitado un par de rincones con unas mesitas y sillones para que puedas sentarte a tomar algo. Y desde hace poco disponen de una terraza. Pruebas y después te llevas lo que más te guste. Han estado en todo. ¡Enhorabuena!

No todo es dulce

Si buscas algo salado también podrás encontrarlo. Las Benedictinas elaboran patés de aceitunas negras y verdes, cebolla agridulce, confitura de pimientos, tomates secos o en escabeche y coulís de ajo. Así que hay para todos los gustos y paladares. Desde hace unos meses han ampliado la carta de salados y tiene cosas tan curiosas como bombones rellenos de queso manchego; gominolas de aceite de oliva virgen extra; sal líquida o patés de brandy, nueces, alcaparras o chocolate. También destacaría una selección de aceites de oliva virgen extra aromatizados con naranja, café, tomillo o jengibre y un aceite 100% de pistachos. Pequeños manjares para los sibaritas y amantes de la gastronomía.