El Gobierno de Canarias ha aplicado un recorte del sesenta por ciento -sí, han leído bien, del sesenta por ciento- en su aportación a clubes y federaciones deportivas en dos años. Al tijeretazo del 25% aplicado en los presupuestos elaborados hace un año por José Manuel Soria, se añade una previsión de sablazo aún mayor para el próximo ejercicio. Nada que objetar en un período de crisis económica, si no fuera porque, de los 14,6 millones de euros que tiene de presupuesto la Dirección General de Deportes (DGD), un total de ¡ocho millones de euros! se destinan exclusivamente a la construcción del faraónico Palacio Multiusos de Gran Canaria.
OBRA INNECESARIA. Gran Canaria será una de las seis sedes del Mundobasket 014. No albergará los partidos de España ni los de Estados Unidos, pero sí puede recibir a Francia, Argentina o Lituania durante la apasionante fase previa: un grupo de seis equipos, incluyendo un par de ellos africanos o asiáticos, del que se clasifican los cuatro primeros. Para acoger estos encuentros se construirá un superpabellón presupuestado en casi sesenta millones de euros (que al final costará mucho más) y con capacidad para 11.000 espectadores. Finalizado el torneo, este escenario, situado en el extrarradio de la capital grancanaria, será la sede del CB Gran Canaria, equipo que, con un poco de mala suerte, puede estar entonces en la Adecco Oro. Y que, aunque se mantenga en la élite, no tardará en quejarse por jugar en un escenario frío, lejano, demasiado grande… como hacen ahora los rectores de Las Palmas, que añoran el Insular y han reclamado una (millonaria) remodelación del estadio de Gran Canaria. Para este viaje al Mundobasket 2014 no hacían falta tantas alforjas. Con una mano de pintura al Centro Insular hubiera bastado.
OTROS ERRORES. La disparatada partida destinada por la DGD a la construcción del Multiusos de Gran Canaria o los 500.000 euros asignados a una ignota “ruta deportiva ciclista” a celebrar en Lanzarote no ocultan otras actitudes decepcionantes y situaciones esperpénticas. Por ejemplo, que el coste de personal de la DGD vaya a ser en 2012 superior a los fondos destinados a las entidades deportivas. O la ya chirriante ausencia de director/a general de Deportes. O el cobarde silencio mantenidod por Alberto Delgado, desconocedor tal vez de que, amén de viceconsejero de Cultura, también lo es de Deportes. O la insolidaridad de los clubes más poderosos del Archipiélago, conscientes de que sus fondos llegan a través de la Viceconsejería de Turismo. O la descoordinación de muchos equipos afectados, encerrados en sus renos de taifas e incapaces de tomar ejemplo de la reacción unitaria e inmediata del mundo de la Cultura. En medio del caos, una honrosa excepción: Javier Álvarez, concejal de Deportes de La Laguna y único político capaz de articular una respuesta conjunta del mundo del deporte ante tanto despropósito. Ojalá que su esfuerzo tenga premio.