MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
El sector energético en Canarias no termina de despegar. Las previsiones del Plan Energético de Canarias (Pecan), que hace una fuerte apuesta por la introducción de las energías renovables en el sistema de producción eléctrica de Canarias, siguen sin cumplirse. Las previsiones de los objetivos del Pecan a finales de 2009, últimos datos publicados por el Gobierno regional, son desoladoras. A modo de ejemplo, la reducción de la dependencia del petróleo debía haber llegado hasta el 96% y, en 2009, aún estaba en el 98,2%; el grado de autoabastecimiento de energía primaria debía alcanzar el 3,5% y no llega sino al 1,8% y, por último, la introducción del gas natural debía estar en el 0,5% y, a finales de 2009, no se había producido su introducción en el panorama eléctrico canario.
A todo esto hay que unir que el aterrizaje de las energías renovables en el Archipiélago está siendo excesivamente lento. A pesar de las condiciones naturales que tiene el Archipiélago para que la entrada de este tipo de fuentes energéticas sea más rápida y los esfuerzos realizados por el Gobierno regional por impulsar los proyectos, el sector de las energías limpias parece que no termina de afianzarse en las Islas. Aunque los últimos datos disponibles del Ejecutivo son de hace dos años, lo cierto es que la aportación de fuentes renovables al balance energético isleño no supera el 6% (5,8%), cuando debía alcanzar el 14%, según los objetivos incluidos en el Pecan y el 30% en 2015, frente al 3,9% de 2007, fecha en la que se aprobó el plan. Por su parte, la producción de electricidad mediante generación convencional debía haber bajado al 82% y, sin embargo, se situó en el 91,3% en 2009.
En lo que respecta a la energía eólica, la situación es bastante similar. Teniendo en cuenta el potencial eólico existente en Canarias, la idea del Pecan era alcanzar una potencia de 1.025 megavatios (MW) en el horizonte del año 2015, lo que significaría multiplicar por más de siete la potencia instalada a 31 de diciembre de 2004, que ascendía tan sólo 136,39 MW. Según las previsiones del Pecan, en 2009 la potencia eólica instalada debía haber alcanzado los 544,51 MW. Sin embargo, la real fue de 140 MW.
En 2015, el Pecan pretendía colocar a Canarias al nivel de las regiones que, en iguales condiciones climáticas, más han implantado la energía solar térmica en Europa. Pero, una vez más, estos objetivos no se han cumplido. La superficie instalada de paneles solares térmicos en 2009 debía haber alcanzado los 175.000 metros cuadrados. Sólo se llegó a 123.000 metros cuadrados.
En cuanto a la participación de la energía solar fotovoltaica, las previsiones para 2015 eran alcanzar una cifra de 160 MW instalados en Canarias, frente a 1 megavatio que había en 2004. La potencia fotovoltaica instalada en 2009 fue de 100 MW.
Asimismo, el Pecan también apostaba por fomentar el aprovechamiento de otras fuentes renovables distintas a las tradicionales (eólica y solar) como son la minihidráulica, solar termoeléctrica, energía maremotriz o biocombustible. Como en el resto de fuentes, la evolución registrada en los últimos años de estas energías tampoco ha sido la prevista en el Pecan, fundamentalmente en lo que se refiere a la tecnología termosolar y maremotriz, para las que actualmente no existe ninguna instalación en Canarias, situación que, según el propio Gobierno regional, se mantendrá hasta finales de 2015.
España es el tercer país de Europa que más paga por la electricidad. El motivo de este encarecimiento es fundamentalmente los costes fijos del sistema de tarifas reguladas que han subido un 80% desde el año 2004. En Canarias, a partir de la de Red Eléctrica de España (REE), se puede comprobar que el precio medio diario de la electricidad, que procede de forma mayoritaria a partir de combustibles fósiles, en septiembre se situó en entre 18,6 y 26 céntimos de euro el kilovatio por hora, mientras que el coste de producción, por ejemplo, de energía fotovoltaica, en las zonas con mayor irradiación solar de Canarias, estaría ya situado en torno a la mitad del precio de venta en el sistema eléctrico canario, entre 10 y 15 céntimos, en función de la irradiación solar recibida.
Las condiciones óptimas que tiene el Archipiélago para la implantación de las energías renovables, a la larga más baratas y menos contaminantes, debería situar a las Islas a la cabeza del cambio energético del territorio peninsular; sin embargo, parece que este impulso no acaba de llegar. Esto se debe, en parte, al nuevo marco retributivo tras la publicación del real decreto 1578/2008 que ha frenado de manera brutal la inversión privada en esta tecnología.
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482.000 euros para impulsar las fuentes
Con el fin de potenciar el uso de las energías renovables, el Gobierno ha venido desarrollando una serie de actuaciones encaminadas a proyectos de utilización de estas fuentes, pero que sin embargo no han servido para colocar el sector en puestos positivos. El importe total del crédito presupuestario para el ejercicio 2010 ascendió a la cantidad de 460.000 euros para 44 proyectos, de los que 22 corresponden a instalaciones fotovoltaicas.
Este año el importe ha ascendido a 482.000, según informó recientemente la viceconsejería de Industria y Energía. En este ocasión, se trata de 43 proyectos de futuras instalaciones de energías renovables en Canarias. Las subvenciones concedidas oscilan entre el 10,27% y el 40% de la inversión total efectuada por los beneficiarios. Las actuaciones que han recibido estas ayudas económicas son, principalmente, instalaciones fotovoltaicas conectadas a red y también aquellas destinadas a viviendas aisladas, así como la mejora de la eficiencia energética en inmuebles y la instalación de calderas de biomasa para calentamiento de agua.
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