Los nervios atenazan desde hace meses al sector de la prensa diaria en Canarias. A la crisis generalizada del sector se unen acontecimientos empresariales internos, asà como la pérdida de lectores de algunas cabeceras. En concreto, una de ellas tiene en su propiedad a un verdadero atleta de la querella. No solo por recibirlas, sino por plantearlas. De hecho, un alto cargo de su competencia recibe cada lunes desde hace semanas ,y como si tratara del dÃa de la Marmota, una demanda del susodicho. Lo curioso, es que muchas de esas denuncias se basan en la comprobación in situ del dueño del periódico -con el curioso método de ir a preguntarle al kisokero más cercano a su vivienda- de si es verdad que tal o cual edición de la competencia se ha agotado o ha vendido lo que publicitan, para, en caso contrario, enviar su demanda querida.