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Este domingo se conmemora el 102 aniversario de la erupción del volcán Chinyero en Santiago del Teide

   

Foto de archivo de la conmemoración del evento en 2010. | DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Este domingo 13 de noviembre se conmemoran los 102 años de la erupción del volcán Chinyero en el municipio de Santiago del Teide, última producida en la isla de Tenerife que se desarrolló entre el 18 y el 28 de noviembre de 1.909 en la cumbre de Abeque con un acto religioso que desde ese año se mantiene en el tiempo con fervor por parte de los ciudadanos del municipio.

En este día tan especial para todos los vecin@s del municipio, que se celebra el tercer domingo del mes de noviembre pero que en esta ocasión se ha adelantado para no coincidir con la jornada electoral del 20N, se realizará una concentración vecinal-popular donde se llevará la imagen de Santa Ana de Tamaimo junto a otras imágenes de diferentes núcleos del municipio hasta la zona conocida como El Calvario en el pueblo de Las Manchas, lugar donde los vecinos en aquella época, ante el temor de ser arrasados por la lava, llevaron a la imagen desde el pueblo de Tamaimo, recorriendo unos 8 kilómetros, hasta el pie de las coladas del volcán, que inexplicablemente interrumpieron su camino y no avanzaron más. Es, desde entonces, que los vecinos con tanto fervor religioso llevan en procesión a la imagen para conmemorar tal hecho.

El acto comenzará sobre las 12:00 horas con la tradicional misa de conmemoración, oficiada por el cura-párroco Miguel Jesús Guerra, en la que estarán presentes miembros de la corporación local y numerosos vecinos que acompañaran a las respectivas imágenes. A continuación se llevará la imagen de Santa Ana, en procesión, hasta los pies de la lava como hace 102 años para escenificar el momento en el que las coladas se detuvieron frente a la imagen.

El Chinyero fue el primer volcán canario cuya evolución fue recogida día a día e incluso hora a hora, en la prensa escrita no sólo local sino también nacional e internacional. Es la primera erupción canaria de la que existen además, no sólo imágenes filmadas, ampliamente difundidas en el continente europeo sino también estudios científicos rigurosos llevados a cabo por especialistas de la materia en esos momentos.

En esta erupción se produjo un cambio sustancial en el modo de ver y entender estos fenómenos en Canarias, en la manera con que fue gestionada la crisis volcánica por parte de las autoridades civiles y militares, e incluso, en los recursos utilizados para minimizar al máximo los riesgos asociados a la erupción.