VICENTE PÉREZ | El Pinar

José Antonio Padilla es un comercial malagueño aficionado a los fenómenos naturales, y no dudó dos veces coger un avión hacia El Hierro cuando vio por internet que se había iniciado la erupción submarina en La Restinga. El viernes volvió a su Málaga natal, tras vivir una experiencia que nunca olvidará.
“Llegué el 4 de noviembre y al día siguiente me fui a La Restinga, de donde me evacuaron, sin haber pisado aún los apartamentos donde pretendía alojarme, pero no pasé miedo”, relató mientras oteaba desde las lomas de Puerto Naos la mancha marina de la erupción, cámara en mano.“Me doy por satisfecho con lo que he vivido”, señala, exultante, “ pues he visto incluso la burbuja que se elevó hasta 15 metros sobre el nivel del mar, de la que incluso pude hacer unas fotos espectaculares; y además me llevo de recuerdo un piroclasto de los primeros que salieron a flote humeando”.
Casado y con dos hijos de 13 y 8 años, en esta ocasión viajó solo, pero quiere traer a su familia en una segunda ocasión si es posible para que todos sean testigos de este fenómeno geológico. “Seguiré por Internet la evolución de este volcán desde Málaga, y desde luego volveré si hubiera una erupción por encima de la superficie del mar”, se propone. En Málaga volverá hoy a su trabajo de comercial, con la mente puesta en El Hierro.