EFE | Bruselas
La Comisión Europea abrió hoy el debate sobre la posible introducción de bonos de deuda común en la eurozona al proponer tres opciones que, advierte, solo serÃan factibles si se vinculan a una mayor disciplina presupuestaria.
En un libro verde, la Comisión indica que esos tÃtulos “podrÃan tener un impacto inmediato en las expectativas de los mercados y por ende reducir el coste medio y marginal de financiación para aquellos Estados miembros que sufren actualmente presión sobre su deuda soberana”.
“Si se aplican de manera adecuada, la deuda común podrÃa generar beneficios tremendos: podrÃa llevar a una mayor integración financiera, a la creación de un mercado de deuda más grande y con más liquidez”, afirmó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en rueda de prensa.
Indicó que el libro verde y el periodo de consulta que se abre ahora y concluye el 8 de enero ayudará a estructurar y formar el polémico debate sobre la posible introducción de los eurobonos, un escenario que cuenta con el rechazo frontal de Alemania.
Barroso instó a “todas las partes a participar en el debate con una mente abierta y libre de dogmas”.
“Los bonos no solucionarán nuestros problemas inmediatos y no pueden ser un sustituto para las reformas necesarias en paÃses que actualmente están bajo presión” de los mercados, admitió Barroso.
Sostuvo, no obstante, que es importante que la eurozona demuestre a los inversores que “vamos en serio a la hora de forjar una mayor gobernanza, tanto en materia de disciplina como de convergencia y la deuda común es precisamente el ejemplo de ello”.
En concreto, de las tres opciones que propone la Comisión Europea, solo una contempla la sustitución completa de los bonos nacionales por bonos de estabilidad en los que los paÃses miembros asumen de manera conjunta el riesgo y las garantÃas.
Esta versión requerirÃa un cambio en el Tratado de Lisboa.
La segunda propuesta es un modelo intermedio que prevé bonos con garantÃas conjuntas pero solo reemplazarÃa una porción limitada de las emisiones nacionales y por ende tendrÃa dos mercados de deuda: los bonos azules (comunes) y los rojos (el porcentaje nacional).
También este esquema supondrÃa enmendar el Tratado de la UE.
Por último, la tercera opción que plantea la Comisión Europea es la sustitución parcial de bonos nacionales pero sin garantÃas compartidas por todos los paÃses de la eurozona.
Este modelo proporcionarÃa menos beneficios para la emisión común de deuda, pero también requerirÃa menos condiciones previas para implantarlo en la eurozona y no necesitará un cambio en el Tratado.