EFE | ParÃs
La Universidad de La Sorbona de ParÃs acoge este jueves la presentación de “En busca del pasado guanche”, una historia de la arqueologÃa en Canarias cuyo autor, José Farrujia, afirma que el estudio de los indÃgenas canarios tiene aún muchos frentes abiertos y carece de la proyección internacional que merece.
José Farrujia, miembro de la Sociedad Española de Historia de la ArqueologÃa, explica en una entrevista a Efe que “En busca del pasado guanche” será presentado en el Instituto de Arte y ArqueologÃa de La Sorbona por Alain Schnapp, autor del prólogo y profesor de Historia, Civilización, ArqueologÃa y Arte del mundo antiguo y medieval en la citada universidad.
Schnapp es considerado actualmente “el gran referente a escala mundial” en Historia de la ArqueologÃa y la presentación de “En busca del pasado guanche” en ParÃs obedece a que casi el 70 por ciento del libro, publicado por Edición Ka, está relacionado con la historia de la ArqueologÃa francesa y su incidencia en Canarias.
Precisa Farrujia que la arqueologÃa canaria “ha estado afrancesada” desde el siglo XIX hasta el franquismo, pues las islas fueron visitadas por intelectuales franceses que se interesaron por el estudio de las antigüedades de las islas. Paralelamente, muchos autores canarios del XIX se formaron en ParÃs.
Esto ha tenido efectos positivos y negativos y entre estos últimos se encuentra el que se simplificó a las sociedades indÃgenas canarias, pues los autores franceses no valoraron las especificidades propias de las islas.
Antes al contrario, buscaron todos aquellos elementos que permitÃan emparentar a los indÃgenas isleños con los celtas.
Para ello se enfatizaron los supuestos lazos comunes, como el habitar en cuevas, la pertenencia a la raza de Cro-Magnon y la presencia de útiles pulimentados, lo que acabó por “estereotipar” a la cultura guanche.
Para Farrujia, esto creó “una losa importante” que con el paso del tiempo se consolidó al punto de que hasta muy recientemente la imagen del guanche era la heredada del siglo XIX, que hunde sus raÃces en Francia.
En el lado positivo de esa relación está el hecho de que el interés de los investigadores franceses por el pasado de las islas propició que las antigüedades canarias fueran investigadas en los grandes gabinetes parisinos, y también alemanes, del XIX.
Esto también se tradujo en la salida de bienes arqueológicos de Canarias con destino, por ejemplo, al Museo de EtnografÃa de Trocadero en ParÃs.
Sin embargo el estudio del pasado indÃgena prácticamente “está acotado hoy en dÃa a investigadores canarios”, desde que en el franquismo la arqueologÃa canaria se convirtiese en un problema “nacional” y se prescindiera del legado francés, ha concluido Farrujia.