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Los mercados presionan hasta el final de la campaña electoral

   

EUROPA PRESS | Madrid

Los mercados han vuelto a ser los protagonistas en el último día de la campaña electoral. El viernes, España continuaba en el centro de la diana y superaba las malas cifras de las jornadas anteriores. La prima de riesgo se disparaba a primera hora de la mañana hasta los 525 puntos básicos, marcando un nuevo máximo histórico y situándose por encima de la italiana, la más afectada hasta el momento. Frente a la petición de “más Europa” para hacer frente a esta crisis, la Unión Europea ha recordado que es España la que debe ayudarse a sí misma.

En vísperas a las elecciones, la jornada del viernes ha estado marcada, desde primera hora de la mañana, por un duro varapalo que ha restado protagonismo a los principales candidatos. A las 8.58, la prima de riesgo española se disparaba y marcaba máximos históricos al situarse en los 525 puntos básicos con una rentabilidad del 7,108%. Por primera vez desde agosto superaba a la italiana, la más afectada por la crisis de deuda.

El fuerte repunte preocupaba y mucho, ya que otros países europeos se vieron obligados a pedir un rescate por superar la barrera de los 500 puntos. La ministra de Economía, Elena Salgado, ha mandado un mensaje tranquilizador y ha descartado la posibilidad de que España necesite asistencia europea. Según ha asegurado, las tensiones en los mercados están teniendo un impacto “marginal” en la capacidad de financiación de la economía española, por lo que el rescate “no está ni en la imaginación” del Gobierno.

Asimismo, Salgado ha informado de que los malos datos de la mañana se han debido a “una cuestión técnica artificial” y no a razones de mercado. En concreto, la vicepresidenta ha explicado que el detonante de esas turbulencias ha sido la utilización de una nueva referencia: se ha comparado el bono alemán a diez años por otro español que vence tres meses más tarde, por lo que, al tratarse de un periodo de tiempo más largo, los inversores han exigido intereses más altos.

“Esto es algo que pasa siempre, simplemente porque como tiene una vida más larga aumenta el diferencial, porque se incorpora esta referencia que es nueva, pero no es por movimientos de mercado, simplemente por una cuestión técnica y artificial”, ha dicho.

Como respuesta, se ha vuelto a utilizar la referencia anterior, con una liquidez mucho más alta y un comportamiento de mercado menos distorsionado. Esta decisión ha provocado que la prima de riesgo se relajara y bajara, repentinamente, 70 puntos básicos. Así, el diferencial terminaba la sesión en los 452,3 puntos básicos y un rendimiento del 6,43%. Una cifra todavía muy alta, pero por debajo de la barrera psicológica de los 500 puntos.

Mientras, los bonos italianos vivían una jornada algo más tranquila, después de que el jueves saltaran todas las alarmas y el Banco Central Europeo (BCE) se viera obligado a intervenir en el mercado secundario. La prima de riesgo comenzaba la sesión en los 513,7 puntos básicos y se iba relajando progresivamente hasta situarse en los 481, con una rentabilidad del 6,717%. La francesa también se alejaba de los 200, cifra que, por primera vez en su historia, superó el jueves.

Las tensiones en el mercado secundario se han hecho notar en las Bolsas europeas, que amanecían marcadas por los números rojos. Finalmente, el Ibex 35 conseguía desmarcarse de esa tónica bajista y terminar con una ligera subida del 0,48%, que le ha permitido recuperar la cota de los 8.300 puntos. En este repunte ha tenido mucho que ver el empuje de dos grandes valores del selectivo, como son el Banco Santander y Telefónica, que han sumado un 0,38% en ambos casos. Pese al resultado en verde, el Ibex 35 ha perdido un 2,9% en esta semana negra para la deuda española.

El resto de los parqués europeos también han sufrido las turbulencias financieras de los últimos días. A diferencia del selectivo español, los de Francfort y Paris no conseguían evitar la caída y terminaban la sesión con un -0,85% y un -0,44% respectivamente. El italiano se salvaba por poco (+0,2%).

No habrá medidas urgentes

La tormenta en los mercados coincidía con el último Consejo de Ministros con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. Tras la reunión, el portavoz del Gobierno, José Blanco, ha hecho varias referencias a los datos económicos de los últimos días y ha dejado claro que su equipo estaría dispuesto a adoptar decisiones relevantes mientras se encuentre en funciones, siempre y cuando el partido que sea elegido en las elecciones cuente con “una mayoría clara”. “Es lo normal y le aseguro que este Gobierno va a hacer en los próximos días lo que es normal”, ha garantizado.

En cualquier caso, Blanco también ha querido poner de manifiesto que “a día de hoy” el Ejecutivo no prevé poner en marcha “ninguna medida urgente” que tenga la suficiente trascendencia como para que sea necesaria acordarla “con la mayoría que salga de las urnas”. “Lo que vamos a hacer se hará desde el respeto a la Constitución, tomando las decisiones más propias de un Gobierno en funciones”, ha explicado, al tiempo que descartaba forzar un adelanto de los plazos para el relevo de poderes.

El mensaje de Blanco, como el de todos los miembros del Gobierno, pretendía ser tranquilizador. El portavoz lleva días atribuyendo la subida de la prima de riesgo al “nerviosismo” existente en los mercados, y no a que la solvencia de la economía española esté puesta en entredicho.

Frente a este problema, los distintos miembros del Gobierno han pedido insistentemente “más Europa” como solución. En la tarde del jueves, el actual Presidente José Luis Rodríguez Zapatero pedía una actuación más contundente de la UE y del BCE para combatir la crisis de la deuda. Como respuesta, los líderes europeos recordaban que lo más importante es que “España se ayude a sí misma”.

“La UE está ayudando a España, todas las instituciones europeas han estado ayudando activamente a España, pero lo más importante sigue siendo que España se ayude a sí misma”, ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj. “Esto es válido para cualquier país de la eurozona y especialmente para los que se encuentran sometidos a mayor presión y tienen menos margen de maniobra fiscal”, ha agregado.

Sobre un mayor protagonismo del BCE, cuestión en la que hay una gran discrepancia, Altafaj ha reconocido que la institución dirigida por el italiano Mario Draghi juega “un papel clave” en esta crisis, pero ha dicho que respeta su independencia.

Mientras, desde el BCE, el miembro español de su consejo ejecutivo, José Manuel González Páramo, ha recordado que los problemas de deuda de España e Italia “son suyos” por no haber actuado con rapidez para atajarla, y que la función del BCE “no es ser prestamista en última instancia” de los Gobiernos. Esa “no es la solución mágica”, ha concluido.