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Merkel pide unidad de las fuerzas parlamentarias ante la prohibición del ultraderechista Partido Nacional Democrático

   

EFE | Berlín

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió hoy la cohesión de todas las fuerzas parlamentarias ante la eventual reactivación del proceso de prohibición del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) tras los asesinatos en serie obra de una célula neonazi, revelados ahora y cometidos entre 2000 y 2007.

La serie de asesinatos es “un ataque contra la democracia”, afirmó Merkel, en el debate general sobre los presupuestos de 2012, ante lo que debe darse una respuesta “unitaria” por parte de todas las fuerzas parlamentarias.

La canciller hizo esta declaración, mientras se acelera la revisión del proceso de prohibición del NPD, principal aglutinante de los ambientes neonazis, tras el fracaso de una primera solicitud al Tribunal Constitucional (TC), impulsada por el Gobierno y el Parlamento en 2000 y que acabó rechazada en 2003.

El ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, se mostró en principio reticente a intentar reactivar ese proceso, con una nueva solicitud ante el TC, y recordó que la petición fue rechazada ya que buena parte de las pruebas presuntamente inculpatorias procedían de infiltrados de Interior en las filas ultraderechistas.

Friedrich defiende la existencia de esos infiltrados, puesto que de ellos procede buena parte de la información recabada por los servicios secretos sobre las actividades de esos grupos.

La comisión de control parlamentario deberá estudiar ahora la viabilidad de un nuevo proceso de prohibición sin renunciar a esos confidentes policiales.

Un 60 % de los alemanes es partidario de la prohibición del NPD, según una encuesta del instituto de demoscopia Forsa difundido hoy por el semanario “Stern”, mientras que un 74 % considera que el estamento público no combate con suficiente contundencia a la ultraderecha.

La cámara baja (Bundestag) aprobó ayer una resolución, respaldada por la totalidad de los grupos parlamentarios, en la que condena los atentados cometidos por la célula neonazi recientemente revelada y pide perdón a sus víctimas de sus acciones, en las que murieron nueve inmigrantes y una agente de la policía.

La trama neonazi salió a la luz a raíz del descubrimiento en una autocaravana incendiada en Eisennach, en el este del país, de los cadáveres de dos de los integrantes de la célula terrorista, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, de 38 y 34 años, que aparentemente se habían suicidado.

Poco después, Beate Zschäpe, de 36 años, la tercera integrante del grupo ultraderechista se entregó a las autoridades tras prender fuego a la vivienda que había compartido con Mundlos y Böhnhardt, presuntamente para destruir pruebas.

Además de la mujer hay otro detenido, Holger G., de 37 años, por colaboración con banda armada, al confirmarse que cedió su documentación a los asesinos para que alquilaran vehículos y viviendas.