X
Maldito parné >

Nuestro tren es el de la competitividad > María Fresno

   

A estas alturas de la crisis, no es ninguna novedad que las pequeñas y medianas empresas, es decir, las pymes, han sido las grandes perjudicadas de esta malograda situación económica y, por si fuera poco, esa luz que se supone que hay al final del túnel, ni siquiera se logra ver. Es la situación de pesimismo generalizado en la que todos estamos inmersos la que nos hace estar ciegos. Es lógico. El consumo cae, el paro sube, los bancos no sueltan un duro y los emprendedores no se arriesgan.

Las políticas de reactivación económica y de estímulo a la emprendeduría son la base de la recuperación de la actividad del conjunto de nuestros sectores productivos. Esto es una realidad. Ahora lo que toca es aprovechar la crisis para salir más fuertes y más competitivos. Conseguir empresas más innovadoras debe ser el principal y único objetivo de las administraciones públicas, que deben hacer un serio esfuerzo por mejorar en este aspecto. Éste es un tren que Canarias no puede perder. El futuro está en la tecnología y, si Canarias aprovecha esto, si Tenerife se sube a este tren podremos liderar el mercado con empresas innovadoras y punteras en el campo tecnológico. Las energías renovables son un claro ejemplo. Tenerife tiene capacidad suficiente para liderar este sector y, no sólo por sus condiciones climatológicas, sino porque tiene los medios. Sin embargo no lo aprovechamos.

Apostamos todo a una carta ganadora: el turismo. Éste es, ahora mismo, el sector que nos está ayudando a pasar el trago de la crisis. Gracias a esta actividad, Canarias sigue en pie, pero está claro que no podemos depender de un sólo sector. No podemos esperar, como en las películas de Alfredo Landa o Andrés Pajares, a los extranjeros y extranjeras en el aeropuerto como agua de mayo para que se queden siete días y gasten 70 euros diarios para nosotros poder seguir viviendo. Este año nos han salvado los guiris porque el mercado nacional ha descendido brutalmente. Tenemos que aprovechar el turismo para que otros sectores levanten cabeza. Y además de esto apostar por las cartas de la innovación y la competitividad. El Cabildo de Tenerife, con el ITER, el NAP, el anillo insular y el cable submarino a la cabeza, ha visto que la apuesta por la innovación empresarial es lo que hará que las empresas empiecen a crear empleo y generar riqueza. Que las buenas ideas siempre llegan a buen puerto y que la creatividad en momentos de crisis siempre se agradece.

Lo que falta ahora es que el resto de las administraciones públicas y los bancos apuesten también por la competitividad y faciliten la creación de proyectos tecnológicos, y los potencien dentro y fuera de las Islas y, sobre todo, que los bancos abran el crédito. El dinero invertido, a buen seguro, está amortizado.