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Otra vez el petróleo > Leopoldo Fernández

   

La casi segura existencia de recursos petrolíferos en aguas de Canarias que lindan con las de Marruecos, o de este país en su confluencia con las isleñas, es como un Guadiana que viene y va sin saberse bien por qué. Ahora, en plena campaña electoral, ha sacado el tema el grupo Equo, para recordar algo ya sabido: que una empresa australiana va a poner en marcha, seguramente durante 2012, ocho permisos concedidos hace un par de años por el Ejecutivo marroquí a unos 50 kilómetros de Canarias, en aguas del Atlántico frente a las costas de Tarfaya, para la eventual explotación de los productos bituminosos existentes en 15.000 kilómetros cuadrados de extensión. Casi en la misma zona, Repsol dispone de nueve permisos similares otorgados por el Gobierno español en 2001, aunque los mismos, referidos a 20.000 kilómetros al sur de Fuerteventura, se encuentran congelados por defectos medioambientales y porque en las Islas no existe consenso al respecto, según argumenta Madrid. Se trate o no de la misma bolsa de hidrocarburos, existen problemas sobre su verdadera ubicación.

Para unos, el permiso de Repsol se sitúa en aguas inequívocamente españolas si se traza la mediana correspondiente; para otros, el asunto no está claro ya que la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982 es ambigua al delimitar los espacios sobre plataformas continentales y zonas económicas exclusivas cuando existe -es el caso- colisión de intereses entre un Estado soberano (Marruecos) y un archipiélago dependiente de otro Estado (España). O ambos países se ponen de acuerdo, o tendrán que someter sus diferencias al dictamen de la Corte Internacional de Justicia, tal y como prevé el artículo 38 del Estatuto de esta organización, o se avecina un conflicto de envergadura tan pronto se dé vía libre a la multinacional española. Sería demencial renunciar a la explotación de unos recursos que se dice alcanzarían varios miles de millones de toneladas de petróleo y de metros cúbicos de gas, cuando el precio de estos productos, su escasez y su necesidad son argumentos determinantes. Por si las moscas, España ha solicitado ante la ONU -y deberá argumentarlo científicamente antes de 2014- la ampliación de la plataforma continental canaria hacia el Oeste en 200.000 kilómetros cuadrados, ya que presume la existencia de sustanciosas cantidades de minerales, sobre todo hierro y manganeso, así como de una gran bolsa de gas. De momento, PSOE, CC y PP se muestran de acuerdo con la explotación de todos estos recursos con tal de que Canarias se beneficie de ellos y se garantice la máxima defensa del medio ambiente. Una postura juiciosa y sensata.