ELECCIONES 20-N > EL DEBATE

Rajoy insiste en la austeridad mientras Rubalcaba apuesta por los estímulos

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba (i) y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy (d), se saludan en presencia del presidente de la Academia de Televisión y moderador, Manuel Campo Vidal, momentos antes de su debate. / EFE

AGENCIAS-DA | Madrid

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho que recortará el sector público para ayudar a empresas y familias, mientras que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha apostado por retrasar el ajuste presupuestario para impulsar la actividad económica.

Durante el único debate de la campaña electoral, Rajoy ha avanzado, no obstante, que no tiene intención de rebajar las prestaciones que cobran los parados, aunque ha defendido un cambio de modelo que se encamine a la implantación de un fondo individualizado de despido, similar al modelo austríaco.

Este asunto ha provocado el mayor enfrentamiento entre ambos candidatos, ya que Rubalcaba se ha mostrado convencido de que el PP recortará el seguro por desempleo cuando llegue al Gobierno, en tanto que Rajoy le ha pedido que no le atribuya intenciones ocultas.

Asimismo, Rajoy ha pedido en varias ocasiones a Rubalcaba que asuma su responsabilidad como miembro de un Gobierno cuya acción política ha empeorado la situación económica, en tanto que el candidato socialista le ha reprochado a su oponente durante todo el debate que no concrete sus propuestas y que no quiera desvelar sus verdaderos propósitos.

Al margen del enfrentamiento, Rubalcaba ha anunciado su intención de pedir a las instituciones europeas que retrasen hasta 2015 la consecución los planes de consolidación presupuestaria que obligan a España a rebajar el déficit público al 3 % del PIB en 2013.

También reclamará al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que ponga en marcha una especie de «plan Marshall» por importe de 70.000 millones de euros para ayudar sobre todo a la reactivación económica de las pymes, aunque al mismo tiempo ha dicho que acometerá una reorganización de las Fuerzas Armadas para contribuir al ahorro del gasto público.

Rajoy se ha mostrado comprometido con el proceso de ajuste fiscal, ha reiterado su intención de fijar límites de endeudamiento para todas las administraciones públicas y ha propuesto exigir responsabilidades a aquellos gestores públicos que gasten sin tener un respaldo presupuestario.

Para estimular la economía, el PP incentivará a la pymes que contraten trabajadores y dará un trato fiscal favorable a los beneficios empresariales que sean reinvertidos, en tanto que ayudará a las empresas a cobrar las deudas pendientes con las administraciones públicas a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y mediante la compensación de sus obligaciones tributarias.

También Rubalcaba lleva en su programa bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social para las pymes que creen empleo y para los contratos de formación, lo que pretende compensar con una subida de impuestos a las grandes fortunas y con una tasa específica para la banca.

Rajoy ha considerado incongruente que los socialistas quieran obligar a los bancos a pagar un impuesto específico cuando han sido «los únicos» que han aportado dinero público al saneamiento de las entidades financieras en dificultades.

El candidato del PP ha recriminado a Rubalcaba que prometa subir los impuestos a los más ricos cuando mientras estaba en el Gobierno lo que hizo fue eliminar el «cheque bebé», la deducción de los 400 euros y la desgravación por compra de vivienda, además de subir el IVA y congelar las pensiones.

«Estamos en condiciones de salir del hoyo que nos ha llevado esta gestión equivocada», ha afirmado Rajoy, quien ha recordado que parte de la crisis es achacable a la burbuja inmobiliaria que dejó crecer el PSOE.

Rubalcaba ha hecho autocrítica y ha reconocido que el Gobierno tardó mucho en pinchar una burbuja inmobiliaria que originó desequilibrios en los balances de las entidades financieras y el elevado endeudamiento que hoy arrastran familias y empresas.

Sin embargo, ha culpado a los gobiernos del PP precedentes de propiciar la burbuja con el fomento de la especulación y una ley del suelo que desató la fiebre urbanizadora.

Por esta razón, critica que Rajoy quiera volver a fomentar el mercado inmobiliario con la recuperación de la deducción por la compra de vivienda habitual o el mantenimiento del IVA superreducido o la reducción del impuesto de trasmisiones patrimoniales.