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Sobre el tomate marroquí > Esther Herranz y Gabriel Mato

   

La propuesta de la Comisión Europea sobre la reforma de la PAC, aunque en su conjunto puede ser muy dañina para nuestro país, contiene, todo hay que decirlo, algún elemento positivo para los intereses de la agricultura española.

Uno de los más destacables es la modificación de los precios de entrada para las importaciones de frutas y hortalizas, incluido, claro está, el tomate procedente de Marruecos. Desde hace años el Partido Popular apoya las reivindicaciones del sector español a favor de que se cambie el modo de funcionamiento de ese régimen con el fin de evitar prácticas irregulares en las importaciones del tomate marroquí. Después de mucha insistencia por parte del sector y gracias a las gestiones realizadas igualmente desde Italia y Francia, la Comisión ha decidido finalmente plantear un cambio en el sistema que debería mejorar la transparencia de las operaciones.

Hay que recordar que por parte española se trata de una demanda realizada insistentemente por la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex). La petición de esta organización ha sido defendida por el Partido Popular en el Parlamento Europeo, cuya Comisión de Peticiones instó hace meses al Ejecutivo comunitario a que procediera a una modificación de la legislación en materia de precios de entrada. La comisión parlamentaria apoyó las quejas planteadas por Fepex, quien argumentó la existencia de un dictamen de la OLAF en el que se reconocía la existencia de importaciones irregulares y se pidió a la Comisión modificar ese régimen.

Actualmente, para el cálculo de las tasas de importación dentro del esquema de precios de entrada, son aplicadas reglas distintas de las previstas en el código aduanero comunitario. Los operadores tienen la libertad de elegir entre tres métodos de cálculo, lo que les permite acogerse al más favorable en cada momento. En concreto, el denominado método deductivo es el que ha sido contestado por los exportadores españoles, ya que se presta a irregularidades.

La Comisión plantea, en el marco de su propuesta de reglamento de Organización Común de Mercado única, extender al régimen de precios de entrada el mismo sistema de cálculo vigente en el código aduanero comunitario, en el que se establece una jerarquía de métodos para el cálculo de las tasas y los operadores están obligados a respetar el orden de elección establecido. En la práctica, en el caso de frutas y hortalizas la práctica totalidad de las transacciones serían sometidas obligatoriamente al método de cálculo basado en el valor medio del producto observado por la Comisión Europea en los mercados representativos. La desaparición del margen de elección otorgado a los operadores aportaría, por lo tanto, una lectura sin recovecos de las transacciones realizadas en la Unión Europea. Se trata, en definitiva, de una buena noticia para el sector tomatero español ya que clarifica las condiciones de importación de ese producto procedente de un país como Marruecos, cuyas exportaciones están ocupando cada vez mayores cuotas de mercado en la Unión Europea, en detrimento de las producciones españolas. La modificación propuesta por el Ejecutivo comunitario debería redundar además en una disminución de las tensiones provocadas por el aumento de los envíos marroquíes al territorio europeo, en donde compiten principalmente con las exportaciones del sur de España.

Esther Herran y Gabriel Mato son Eurodiputados