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Una difícil refundación > Francisco Pomares

   

Hay quien cree que la unidad nacionalista que ahora se reclama como urgente desde las filas de Coalición va a ser un paseo militar, una suerte de componenda irreversible, dado que no hay nada que hacer si van por solitario. Con bastante precipitación, desde las filas de Coalición, y más concretamente desde el entorno de Rivero, han comenzado a vender la idea de una refundación milagrosa, que actuaría cual fórmula de Fierabrás sanadora de todos los males. Nos dicen que todo puede solucionarse con un lavado de cara, que incluya cambio de siglas y logos, que habría de hacerse recuperando el viejo nombre del PNC. Así, el marketing resolvería como por ensalmo los problemas políticos, los conflictos internos, la pérdida de confianza de los ciudadanos y -si me apuran- hasta los efectos de los recortes que ya han sido y los que han de venir. Lo que está gastado no es el discurso del nacionalismo o las personas que lo representan, sino los eslóganes, las formas y los colores. O sea, que lo que de verdad hace falta es más nacionalismo, más siete estrellas, más unidad de criterio y acción. Pues vale. Nunca he creído que la publicidad pueda cambiar las tendencias. De hecho, lo más probable es que la propaganda sólo sea realmente eficaz si actúa en la dirección en la que se desliza la opinión pública. Eso funciona así cuando se trata de vender hábitos de consumo, pasta de dientes o el voto a un partido. Cuando algo falla en política, de lo que se trata no es de cambiar el envoltorio, sino de cambiar contenidos. Y eso es muy difícil incluso en situaciones normales, en las que hay más margen de maniobra. El margen que hay ahora se limita a cambiar personas y liderazgos, y no está claro que eso sea suficiente. Pero incluso si lo fuera, y si la publicidad pudiera volver a traer los votos al redil nacionalista, lo cierto es que esa refundación unitaria de la que nos hablan requiere del concierto de al menos los dos grandes, Coalición y Nueva Canarias. ¿Pelillos a la mar? Parece que no. Hoy mismo, Nueva Canarias presentará una enmienda a la totalidad al Presupuesto del Gobierno de Rivero. No parece un buen indicio de que la colaboración que se han prestado en las elecciones -un mero reparto del territorio que sirvió a Nueva Canarias, pero no aportó nada a Coalición- vaya a ir mucho más lejos, al menos en esta etapa. Aunque es verdad que queda mucho tiempo hasta otras elecciones. Tiempo para repensar fórmulas más viables, como la imitación del modelo Convergencia i Unió. Y, sobre todo, tiempo para que algunos liderazgos incómodos se desplomen.