DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

La pintora Mari Carmen López Fraga, licenciada en Bellas Artes, plasma sus recuerdos y experiencias visuales en una veintena de cuadros que recrean paisajes urbanos y de la naturaleza. Inaugurada el viernes 16 de diciembre, la exposición permanecerá abierta hasta el 10 de enero en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, en el Puerto de la Cruz.

-¿Qué animales son más peligrosos, los del paisaje urbano o los otros?

[Risas] “Los urbanos, está claro”.

-¿El arte qué pinta en esta sociedad?

“Más bien poco… Está algo denostado. La gente suele comprar láminas en un centro comercial para decorar su casa y cada vez son menos los que adquieren una obra por amor al arte. Bueno, comprendo que no estamos en la mejor situación económica”.

-¿Está en manos de una aristocracia?

“Del arte siempre han vivido tres y los demás miramos”.

-¿Los creadores desconocidos se exponen a muchas dificultades?

“A demasiadas. La verdad es que yo no estoy muy metida en este mundillo. Esta es mi primera exposición individual. He hecho colectivas, pero no me atrevía a dar este paso porque, aparte de que los gastos son mayores, tampoco me veía animada”.

-¿La cultura cotiza en un mercado de valores a la baja?

“Tengo entendido que en este momento está a la baja todo. Por ejemplo, ahora no te dan más de 2.000 euros por un cuadro que antes se vendía a 6.000. Es la cultura del negocio”.

-Lo más que vale de ciertos cuadros es el marco…

“¡Jajajajaja! No soy yo la persona más indicada para decirlo”.

-Hay gente que compra un cuadro para quedarse con el marco, ¿no?

“Sí. Hace un montón de años, estábamos haciendo un recorrido por Galicia. En Vigo había un sitio donde vendían cuadros y también daban clases de pintura. Entramos por curiosidad y nos encontramos con unos clientes que buscaban un cuadro en función de los colores del salón de su vivienda. Es una de tantas anécdotas en ese sentido”.

-De esto no se vive, ¿verdad?

“¡Qué va! Es como en la música y en el cine. Si no tienes renombre, te mueres de asco”.

-¿Cuesta desprenderse más de alguna obra en particular?

“Indudablemente. Un cuadro es algo irrepetible y, por mucho que lo copies, nunca será igual. En esta exposición hay uno que tardé ocho meses en crear”.

-¿De qué trata?

“De ropa tendida”.

-¿No se secaba la ropa?

“Todavía está húmeda”.

-A veces hay que ser un artista para interpretar lo que quiere expresar el autor…

“Si a ti te gusta algo, no necesitas más explicaciones”.

-¡Hummm! Se me ha quedado la mente en blanco.

“Está para un cuadro”.

-¿Qué pasa cuando a un artista se le queda la mente en blanco?

“Lo mismo que a ti ahora mismo. La distracción es un elemento de la creatividad. A veces estás tan concentrado que te pierdes, hasta que recuperas el hilo”.

-¿Cuáles son las fuentes de inspiración?

“Yo me inspiro en lo que convive conmigo. Soy muy contemplativa. Mi principal recurso es la atmósfera, que lamentablemente no apreciamos en su justa medida. Parte de mi obra es de Portugal, país con un cielo parecido al nuestro”.

-¿El lienzo absorbe emociones?

“Pienso que sí. Luego, el cuadro transmite alegría o tristeza. Incluso se nota cuando el artista está cansado”.