MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
Cada año se suelen gastar unos tres millones de euros en potenciar las cualidades del plátano de Canarias, frente al banano americano. Una inversión que, para el presidente del grupo publicitario AGR, Mateo Blay, está más que amortizada. “Hemos conseguido con el plátano lo que no se ha obtenido con ninguna otra fruta”, indicó.
-¿En qué están trabajando esta temporada? ¿Con qué publicidad nos van a sorprender?
“Esta campaña va a ir enfocada a la importancia del etiquetado porque etiquetar significa diferenciar y, hasta ahora, no se está haciendo. Mire, le voy a ser muy claro. Actualmente se están comprando más de 20 millones de kilos de plátanos por confusión. Las amas de casa lo compran porque creen que es de Canarias y son bananas americanas. Por ello es tan importante etiquetar. Ahora los plátanos son mayores y las bananas más pequeñas. En Colombia y Ecuador, que se están dando cuenta de que aquí no etiquetamos, están mandando los pequeños para crear confusión, porque la experiencia nos dice que la banana es la grande y el plátano es más feo y chiquito. Si queremos rentabilizar el éxito de la publicidad, que ha conseguido que el 90% de las amas de casa elija en función de la calidad y no del precio, lo ideal sería que se dejaran de producir esos plátanos enormes y, si no se puede, etiquetarlos”.
-¿Por qué no se etiqueta entonces?
“Hay dos elementos a medir. Uno, cuánto me cuesta una persona poniendo etiquetas y, otro, cuánto me cuesta la publicidad”.
-Todos los años hay sectores, dentro de Asprocan, que critican el gasto excesivo de la asociación en publicidad. ¿Usted qué opina?
“Lo importante es saber cuánta gente está dispuesta a comprar tu marca y no la de la competencia, aunque sea más cara. En el caso de Canarias, este porcentaje llega al 90%. Además, está demostrado que los consumidores están dispuestos a pagar como mínimo entre 30 y 40 céntimos de euro más por kilo”.
-Desde siempre las campañas de publicidad del plátano se han basado en las pintitas. Las características del plátano ahora han cambiado. ¿Cómo vuelve a retomar el contacto con el consumidor?
“Es verdad. Hay mucho plátano que es grande y que no tiene pintitas y que se parece bastante a la banana. Sólo nos diferencia el sabor. Además, a su vez, la fruta americana se ha hecho pequeña, con lo cual la confusión es real. Por eso insisto tanto en el etiquetado. Con las campañas publicitarias lo que hemos hecho es educar a la gente para que busque el sabor y no el aspecto de la fruta. Le digo que muy pocas marcas han conseguido lo que nosotros con el plátano de Canarias”.
-¿Aun en época de crisis?
“Si, aun en época de crisis”.
-Pero explíqueme, ¿cómo se convence al consumidor de que pague más?
“La fruta canaria tiene tres enemigos fundamentales: los postres industriales y los yogures; el resto de frutas, como la manzana, la pera y la banana americana. Mediante la publicidad insertamos mensajes que dicen que el plátano es mucho más natural que un yogur, que es más fácil de pelar que cualquier otra fruta, además de mucho más energético. Con respecto a la banana, decimos que el plátano canario tiene más sabor y es español”.
-¿Y qué pasa con Europa? ¿Por qué se centra la publicidad en el mercado peninsular?
“Si se hacen bien las cosas, poco a poco, se irá consiguiendo entrar en Europa ¿Por qué no? El futuro en la Península depende de que aquí se hagan bien las cosas, es decir, de que el plátano sea más uniforme y se adecue al deseo del consumidor. El sector debe concienciarse de que, frente a la fruta americana, no se puede competir con precio sino con calidad. Por ello es importante el etiquetado y empezar a tener mejor presencia, desde la plantación, para que el plátano tenga mejor sabor. En Europa, en cambio, me iría a por el mercado gourmet. Entraría con pequeñas cantidades en Francia y Alemania, pero posicionándome como el plátano más caro del mundo”.
-¿Cuánto se gastan cada año en publicidad?
“Unos tres millones de euros al año”.
-Es consciente de que muchos ven este gasto excesivo, especialmente en la época en la que estamos. Tres millones de euros para decir que el plátano de Canarias es mejor que el banano…
“Es una inversión amortizada. Le vuelvo a repetir que no se ha conseguido con otra fruta lo que con el plátano. Nosotros nos presentamos a un concurso cada tres años y ganamos porque somos la única empresa especializada en el sector agroalimentario. Esto es lo nuestro. Nos presentamos a un concurso para publicidad de coches y no nos comemos una rosca. Ahora estamos con las promociones en los colegios”.
-Sí, creo que he visto algo de esto en los medios…
“Es importante la labor que se ha realizado desde Asprocan para que la banana no entre en los comedores escolares porque si los niños se acostumbran a este sabor después no van a querer el plátano. Lo que estamos haciendo con la publicidad en los colegios es que los niños sepan las cualidades del plátano. Todo ello a través de un videojuego en donde se le enseña cómo se cuida la planta, cómo se riega y cómo se corta la fruta. El niño que consiga más puntos gana 500 euros y la clase que obtenga más puntuación gana un viaje a Tenerife. Estamos teniendo un montón de éxito”.