SORTEO EXTRAORDINARIO DE NAVIDAD>

«¡Mi enano lo ha cantado, mi enano lo ha cantado!»

Las niños del Colegio de San Ildefonso Johan Fernández y María José Posligua cantan el número 58.268, el Gordo. | EFE

EFE | MADRID

Casi a las diez de la mañana, cuando ha sonado el Gordo en el Palacio de Congresos de Madrid, Giselle, una joven dominicana, se ha convertido en protagonista del salón de sorteos porque su «enano» había cantado el primer premio: «Mi enano lo ha cantado, ha cantado el gordo», gritaba emocionada.

Giselle no es la madre del pequeño, pero como si lo fuera. Es una amiga de la familia de Johan, el niño de San Ildefonso, de origen boliviano, que ha cantado el primer premio junto con su compañera María Jose, de Ecuador .

«Es como si nos hubiera tocado a nosotros», decía entre sollozos Giselle a los medios de comunicación, rodeada de familiares y amigos, como Marianela, que sí es la madre de Johan.

Las dos viven en la misma casa y las dos han ido a ver a «su niño», junto a la joven que es hermana del pequeño, Camila, que ha cantado otras veces en el sorteo, aunque no ha tenido tanta suerte.

«Pero este año el sueño de Camila se ha cumplido», según dice la joven, que lleva siete años en España al igual que su hermano.

Johan y María José han traído la suerte a Grañén (Huesca), al cantar el 58.268 y los cuatro millones de euros.

Para hacerlo, el pequeño, tal y como ha contado a los medios, ha salido al salón «con confianza» para hacer realidad su «sueño de Navidad», pero cuando lo ha cantado, como ha confesado, le han entrado ganas de llorar.
«Pero yo me he dicho sé valiente y no llores, voy a estar alegre, en vez de llorar», ha comentado el niño, que ha asegurado que si le tocará la lotería lo repartiría entre su familia y para «los niños pobres y más necesitados».

María José, de 13 años, también se ha emocionado, aunque lo ha pasado algo mal porque es tímida: «he sentido mucha emoción, no esperaba cantarlo, me daba mucha vergüenza por todas las cámaras, pero estoy muy contenta».

«Me he puesto muy nerviosa cuando he visto los cuatro millones en la bola de Johan», ha contado María José, quien le gustaría hacer un viaje con su familia, si los premiados se acuerdan de los niños que han cantado el número.

Los instantes del Gordo ya han pasado, pero quedan ahora todavía por escuchar en este auditorio muchos premios más.