VICENTE PÉREZ | Arico
Los 300 habitantes de La Jaca han tenido que esperar a la segunda década del siglo XXI para tener servicios, como el asfalto, que en los años 80 del pasado siglo había llegado ya a la mayoría de núcleos urbanos de Tenerife. Desde hace unos meses, las calles de tierra y cemento en este barrio costero de Arico están patas arriba, por las obras de urbanización que incluyen las redes de pluviales, saneamiento y abastecimiento de agua. Todo un acontecimiento para un vecindario que, según sus moradores, se sentía “abandonado”, hasta el extremo de que debieron pagar de su propio bolsillo la instalación del agua, la luz y el arreglo de algunas vías.
Fue en marzo pasado cuando el anterior alcalde, el nacionalista Eladio Morales -a quienes los vecinos criticaron que durante sus 24 años en el poder no resolviera estas carencias- anunció el desbloqueo de esta actuación, con una inversión de 934.426 euros, de la que, sin embargo, no se beneficiaba todo el barrio, pues quedaba una parte de las calles al margen.
El nuevo gobierno municipal, que preside la alcaldesa socialista Olivia Delgado, ha garantizado a los vecinos la mejora de todas las vías, y para ello ha sacado a licitación la fase II, con un presupuesto de 678.983,73 euros, para la aplicación de firme asfáltico, pavimentación en aceras, red terciaria de saneamiento y agua potable para las calles Drago, Laurel, Nogal, Higuera, Verode, Retama, Tabaiba, Zarza, el Pino, Aguavergue y el Torreón. Así consta en el anuncio publicado el pasado 30 de diciembre en el Boletín Oficial de la Provincia, en el que se da un plazo de 26 días naturales para que las empresas que opten al concurso presenten su oferta.
Este diario visitó ayer la zona, de la mano del presidente de la Asociación de Vecinos Aguaberque, Antonio Suárez, quien se congratuló de que al fin se resuelva esta “demanda histórica, pues las únicas inversiones, como la del entorno de la playa y el Charco de Las Lisas provinieron del Cabildo de Tenerife”.
Las primeras obras, explicó, estuvieron paradas unos años porque surgieron problemas en el subsuelo de una vía y no hubo acuerdo entre el Ayuntamiento y la anterior contrata para asumir el sobrecoste. “Llevamos muchos años luchando por esto; nadie podía entender por qué seguíamos con calles de tierra a estas alturas”, abundó Suárez, quien espera que, una vez culminada la primera fase, a principios del próximo año, comience sin demora la ejecución de la segunda. “La imagen del barrio dará al fin el cambio que tanto deseábamos”, concluyó, esperanzado, mientras caminaba por las, ya por poco tiempo, polvorientas calzadas de La Jaca.
“Unas obras que ya nos merecíamos”
El presidente de la Asociación de Vecinos Aguaberque calificó de “merecidas” las obras que se llevan a cabo y las que han salido a licitación “porque vienen a paliar una injusticia histórica”. El barrio, que lleva el nombre de un tipo de cangrejo antiguamente abundante en este litoral, tendrá además pronto un parque infantil, otra de las reivindicaciones de este colectivo ciudadano. Antonio Suárez confía también en que, en un futuro, se pueda mejorar la parte del frente marítimo situada entre la playa y el Charco de Las Lisas, con un paseo y mobiliario urbano.