ZONABLANQUIAZUL.COM | SANTA CRUZ DE TENERIFE
El CD Tenerife perdió algo más de un millón de euros la pasada temporada. Eso, por lo menos, es lo que dicen las cuentas que el Consejo de Administración presentará a la minimalista Junta de Accionistas que se celebrará a finales de año. Sin embargo, y por duodécimo año consecutivo, lo que más apremia es el montante de la deuda, que asciende a 38,2 millones de euros.
Esa deuda es el resultado de sumar las pérdidas de la temporada a los poco más de 26 millones que se debÃan el año pasado, junto a los 10,6 millones que asumió tras fusionarse con la promotora. Sólo el descenso de ingresos, superior al 70 por ciento, ya justifican el estado de alarma económica en que se encuentra la entidad.
La caÃda de la recaudación se registró en todos los ámbitos: televisión (de 14 a 2,5 millones), campaña de abonos (de seis millones a tres), taquilla (de 1,4 millones a medio millón), publicidad (de un millón a poco más de la mitad) y la tienda oficial (de 330 mil a 132 mil euros).
Fusión suicida, Cabildo salvador
Como resultado, el Tenerife pasó de facturar más de 22 millones en primera a ingresar menos de siete millones en segunda. Con estas cuentas, y con el equipo encaminándose entonces irremediablemente a segunda B, la fusión con la promotora solo merece un calificativo: suicida.
La gravedad de la situación es tal que a 30 de junio de 2012 el club que preside Miguel Concepción tiene que desembolsar la friolera de 21 millones de euros, tarea absolutamente imposible en la actual coyuntura blanquiazul; pero esto se agrava si se tiene en cuenta que aún no se han abonado 4,7 millones que en junio debÃan satisfacerse a Caja Canarias – Banca CÃvica.
Para paliar la situación, el Cabildo aprobó antes de verano la compra de los terrenos de Geneto, por un valor de entre once y quince millones de euros. De ese montante, la Corporación Insular ya adelantó 4,2 millones en julio para hacer frente a las rescisiones de futbolistas, aplicadas a Nino (un millón de euros) y Ricardo (54 mil euros), además del abono de los salarios pendientes, que rozaban los tres millones de euros. De esta manera, la administración de Ricardo Melchior salvó in extremis al Tenerife del descenso administrativo.