Las épocas prenavideñas son propicias para la publicación de libros dedicados al mundo de la gastronomía, tema que, como decía un magnate de la prensa británica, junto a la delincuencia, el amor y el dinero, garantizan una interés perdurable entre los lectores, aunque sólo la comida es lo que más preocupa a la mayoría de la gente durante la mayor parte del tiempo.
Entre las novedades dedicadas al mundo de la gastronomía destacan dos, al menos, de momento: el cocinero Ferrá Adriá ha publicado La comida en familia, editada por RBA, y el chef vasco Martín Berasategui ha recopilado sus recetas favoritas en El País-Aguilar.
Recientemente Ferrá Adriá manifestaba que a lo largo de su vida había sido entrevistado miles de veces pero que jamás había sido interrogado sobré que recetas alimentaban a los empleados de elBulli y, con este libro, quiere demostrar que se pueden elaborar 31 menús a cuatro euros cada uno, que es el precio de una comida en un establecimiento de comida rápida. Con este trabajo quiere trasladar la organización de un restaurante a las casas, ya que es vital para mantener el presupuesto familiar y más en crisis. Tampoco pretende engañar al lector ni ha olvidado que en la mayoría de las casas entra un sueldo entre 1.000 y 1.500 euros, por eso se fija en un sector de la población que puede permitirse gastar algo más en la alimentación.
Por otro lado, Martín Berasategui, que por cierto ha renovado sus estrellas Michelin, entre ellas las de M.B, ubicado en el hotel Abama de Guía de Isora, que dirige maravillosamente su “mano derecha” Erlanzt Gorostiza, aborda en su último libro un homenaje a las amas de casa, con recetas sencillas y de fácil resolución en pocos minutos. Este chef vasco, que en una reciente entrevista publicada en DIARIO DE AVISOS declaró que en su M.B. hacía una “cocina feliz para gente feliz y que quiere pasárselo bien”, ahora también proyecta conseguirlo en los hogares porque en la cocina “todo es ponerse”.
Tanto Adriá como Berasategui, que se han pasado la vida entre fogones, ven cómo cada día qué pasa se cocina menos en los hogares y recuerdan con nostalgia cómo “antes un cocinero no podía enseñar nada a la abuela porque ella sabía mucho más de cocina” y las recetas pasaban de generación en generación, trasvase que hoy se ha cortado.
Ya Josep Pla mantenía que “los libros de cocina son, pues, una buena guía, pero lo decisivo es el toque de las personas que llevan a cabo al asado”, y no cabe la menor duda que la recopilación de recetas servirá a los aficionados a la gastronomía para entender mejor la obra de estos insignes chefs, a la vez que comprender que los presupuestos en la época que nos ha tocado vivir son cada vez más importantes y que la tradición, paciencia y amor de nuestras abuelas merecen todo un homenaje. Dos lecturas, como entiende la comida Pla, para pasar el rato y amenizar la vida.
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