ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife
Otra vez a la cola. Canarias parece que sólo habita en las partes más débiles de las estadísticas y de los cuadros que llevan datos. Los resultados que ahora se analizan así lo vuelven a acreditar. Canarias, junto a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, es la región donde menor intensidad ha habido en el gasto (público y privado) en investigación y desarrollo (I+D) para el último ejercicio económico cerrado, según la información que acaba de ofrecer el Instituto Nacional de Estadística (INE) en asociación con la Fundación Cotec (organización de referencia en el país y que se dedica a la innovación tecnológica).
Atendiendo al análisis de esas dos entidades, a Canarias le corresponde una intensidad de gasto total en I+D de entre 0,10 y 0,75, muy lejos de la mejor posición, que es la de más de 1,50.
La situación más privilegiada en el mapa es la de las comunidades autónomas de Madrid, Barcelona, Navarra y País Vasco, que son, y todo hay que decirlo, las regiones más ricas y también más desarrolladas de España.
En el capítulo de gastos internos en I+D para ese mismo año y para la Comunidad Autónoma de Canarias, el volumen desembolsado es de 255,4 millones de euros, que se desglosa en tres capítulos: 50,9 millones de aportación de las empresas; 82,7 de la Administración pública, y 121,4 de la enseñanza superior, en especial las universidades y los organismos o entes vinculados a estos centros públicos. El gasto de Canarias equivale al 0,62% de su producto interior bruto (PIB), valor relativo con el que sólo supera a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y a la región de Baleares.
El INE presentó hace unos días, en la sede social de la Fundación Cotec, en Madrid, el resultado de la Estadística sobre Actividades en I+D (2010), en una rueda de prensa en la que participaron Fernando Cortina, subdirector general de Estadísticas de Empresas del INE; Belén González, subdirectora general adjunta de Estadísticas de Empresas del INE; Esther Vaquero, jefa de Área de Indicadores de Ciencia y Tecnología del INE, y Juan Mulet, que es el director general de Cotec.
Lo más relevante
De los resultados que se recogen en la Estadística del INE sobre Actividades en I+D (2010), la Fundación Cotec destacó los siguientes datos como más relevantes, que son apreciaciones del ámbito nacional:
1) En 2010 se mantiene el gasto total en I+D en España, que asciende a 14.588 millones de euros.
2) En ese periodo anual, descendió el gasto empresarial el 0,8% debido a una disminución del 9,8% en los gastos de capital, mientras que los gastos corrientes aumentaron el 0,5%.
3) Las empresas medianas y grandes aumentaron su gasto en I+D. Las empresas de más de 250 empleados aumentaron su gasto en I+D el 1,1%, y las empresas de 50 a 249 empleados en el 4,1%.
4) El número de empresas que realizó actividades de I+D en el año 2010 se redujo el 16%. Esta caída fue más acusada en el tramo de empresas de 10 a 49 empleados, que llegó al 28%.
5) El número de investigadores empleados en las empresas ha disminuido el 1,7% respecto a 2009, y en el sector público ha aumentado el 1,2%.
Año fatídico
El gasto en I+D empresarial es el principal indicador de la actitud innovadora de un país.
Aunque este indicador para España cayó por primera vez en el año 2009, y lo hizo en la nada despreciable cifra del 6,3%, el análisis más cuidado de esa variable muestra que la reducción del gasto ha sido muy selectiva y poco precipitada. Así, mientras que los gastos corrientes totales han aumentado muy ligeramente, han sido los de capital los que han absorbido toda la reducción, al disminuir en el 36,8%. Según analiza la propia Fundación Cotec, cuando se observan estos cambios atendiendo al tamaño de las empresas, resulta que las mayores de 250 empleados mantienen sus gastos totales a costa de aumentar la aportación a este capítulo en el 3,3%.
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El castigo de la crisis
El informe de la Fundación Cotec para 2011 sobre innovación y tecnología en España advierte de que “la crisis ha tenido importantes consecuencias en la forma de entender la innovación. Éstas, en el plano público, han quedado reflejadas en un claro interés por establecer estrategias de innovación, y en el plano privado, en una mayor confianza en el conocimiento que tienen las personas de la empresa para aumentar su competitividad”. Según se dice en el mismo trabajo técnico de Cotec, que se apoya en datos de 2009, cuando ya la crisis se había instalado en la economía española, “la actividad de innovación y, sobre todo, la de I+D empresarial han experimentado la primera reducción de su historia. Las consecuencias de esta reducción se han dejado sentir ya en el número de solicitudes de patente de origen español, tanto de ámbito nacional como de otros países, y también en la producción y en las exportaciones de los sectores de alta tecnología, si bien estos sectores han soportado mejor el impacto de la crisis que el conjunto de la economía”.
Sobre la innovación en el capítulo de los servicios, se realizan continuas referencias “a estrategias, a nuevas formas de políticas de innovación, como es el caso de la basada en la demanda, o a la consideración de la educación como elemento esencial para la competitividad de un país. Esta nueva visión de la innovación obliga a una revisión a fondo de los indicadores que la caracterizan; por ello, en los próximos años seguramente veremos cambiar el cuadro de parámetros utilizados”. Y luego se añade: “El número de empresas que realiza I+D en España también ha notado los efectos de la crisis, con disminución del 9,6%, pero de nuevo ha habido comportamientos dispares”, sobre todo atendiendo al tamaño de las empresas y su ámbito de acción.
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