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El PP del Cabildo da la espalda a los taxistas > Manuel Ortega

   

El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz aprobaron en el seno de sus respectivas corporaciones los convenios de colaboración que contribuirán, sin duda, a solventar la situación que padece en la actualidad el sector del taxi en la capital. El acuerdo aprobado en el Cabildo establece que se subvencionará el cese de la actividad hasta alcanzar las 180 licencias, con lo que se paliará los efectos de la saturación del servicio que se produce en la actualidad. Esta decisión, adoptada el pasado 25 de noviembre por ambas instituciones, tuvo diferente respuesta por parte de un mismo grupo político, el Partido Popular. Resulta un tanto asombroso que se tomen decisiones tan dispares por parte de un mismo partido, motivado quizás por otras cuestiones que nada tienen que ver ni con el origen de la demanda de los taxistas, ni con la necesidad de ofrecerles una respuesta positiva a un problema que hemos tratado de solucionar lo antes posible.

Lo más curioso de esta situación es la postura contradictoria del PP puesto que, mientras en el Ayuntamiento de Santa Cruz mostraba su apoyo a la decisión adoptada por el grupo de gobierno (CC-PSOE) en el Cabildo, este mismo grupo votaba en contra del acuerdo sin ningún tipo de argumentación coherente. Es lamentable que la responsabilidad expresada en la Corporación municipal por parte del PP en Santa Cruz, ante un problema que se viene arrastrando desde hace demasiado tiempo, no se viera reflejada en la Corporación insular, donde los personalismos y la necesidad de autobombo priman sobre las decisiones realmente importantes para nuestros ciudadanos. La posición de Cristina Tavío fue consecuente con la postura histórica de su grupo en el Ayuntamiento, apoyando la moción de mayo de 2011 a favor del rescate de licencias.

Tras este análisis, conviene ahora reflexionar sobre los motivos del voto negativo por parte del PP en el Cabildo. Sinceramente, estoy convencido de que esta decisión fue adoptada por mandato exclusivo de una persona al frente de ese partido en el Cabildo de Tenerife y sin consultar con el resto de miembros, ni siquiera con los concejales de su mismo grupo en el Ayuntamiento de Santa Cruz. No cabe otra respuesta.

Con ello, lo único que han hecho es demostrar pública y abiertamente que están en contra de los intereses de los taxistas de la capital. El PP en el Cabildo está dirigido por una persona que actúa en solitario y movido por sus propios intereses, sin importarle las consecuencias de esa absurda actitud.

En el transcurso de la sesión plenaria que abordó este tema, la consejera encargada de defender la posición del PP, Beatriz Barrera, intentó justificar a su grupo afirmando que el convenio se apartaba de la moción aprobada en el Ayuntamiento el pasado mes de mayo, ya que el convenio habla de rescatar 180 licencias y la moción fija un límite de hasta 532. Pero una cosa nada tiene que ver con la otra y un convenio aprobado en el Cabildo nada tiene que ver con una moción aprobada en el Ayuntamiento.

Si realmente ese hubiera sido el motivo, podría haber votado a favor del convenio en el Cabildo, y luego haber exigido en el Ayuntamiento incrementar los fondos para más licencias. Nada impedía al propio Antonio Alarcó apoyar este convenio, que supone una ayuda inmediata y urgente para el sector del taxi, que tan mal lo está pasando. ¿Por qué lo hizo entonces?, ¿por qué voto en contra, intentando paralizar la labor de gobierno e impedir que las ayudas lleguen lo antes posible al taxi?

Los profesionales del taxi y sus familias merecen una explicación más seria porque un político nunca debe anteponer sus intereses particulares al interés general.

Manuel Ortega es Director insular de Movilidad en el Cabildo de Tenerife