EFE | Londres
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advierte a los paÃses de la eurozona más afectados por la crisis de deuda soberana del alto riesgo de abandonar el euro, que les expondrÃa a una gran inflación, publica hoy “Financial Times”.
En su primera entrevista desde que asumió el cargo, Draghi sostiene que la marcha de la unión monetaria desestabilizarÃa las finanzas de esos paÃses, mientras que igualmente se verÃan obligados a aplicar medidas de ajuste presupuestario, pero desde “una posición mucho más débil”.
El FT señala que el mero hecho de que el presidente del banco europeo contemple la posibilidad de que paÃses abandonen el euro, algo que consideraba “absurdo” su predecesor, Jean-Claude Trichet, refleja el alcance de la crisis en la eurozona.
Según Draghi, que asumió las riendas del BCE en noviembre, la ruptura de la eurozona tendrÃa también consecuencias impredecibles para los Estados que se quedaran, ya que la normativa europea habrÃa sido quebrantada “y nunca se sabe cómo puede acabar”.
Los paÃses que se marcharan se enfrentarÃan a una “gran inflación” al tiempo que no podrÃan eludir las reformas estructurales exigidas.
Como medidas para combatir la crisis, Draghi destaca los esfuerzos del BCE por respaldar a los bancos de la región, como con la recién anunciada concesión de préstamos por tres años en condiciones más flexibles.
No obstante, considera que corresponde a los polÃticos reconstruir la confianza en las finanzas públicas en Europa con una mayor disciplina fiscal y haciendo que el Fondo europeo de estabilidad financiera sea “totalmente operativo”.
El BCE podrÃa actuar entonces como agente del Fondo en operaciones en los mercados financieros a partir de enero, a fin de acelerar su puesta en marcha, declaró el presidente, y confió en que la dotación de la entidad pueda ampliarse en marzo.
“Si se demuestra su utilidad en su actual tamaño, el argumento para su ampliación será mucho más convincente”, afirma en la entrevista.
Según el FT, Draghi se mostró cauto a la hora de valorar el programa de compra de bonos gubernamentales del BCE, por el que el banco ha adquirido unos 200.000 millones de euros de deuda de paÃses sobre todo del sur de Europa desde mayo de 2010.
A ese respecto, dijo que “la polÃtica monetaria no puede hacerlo todo”, y descartó un programa de compra masiva de activos como los que se han aplicado en el Reino Unido y Estados Unidos.
“Lo importante es restaurar la confianza de la gente -de los ciudadanos y de los inversores- en nuestro continente-. No lo conseguiremos destruyendo la credibilidad del BCE”, afirmó.