La final de la Copa Davis fue seguida en directo para DIARIO DE AVISOS por un cronista muy especial. El eurodiputado Gabriel Mato, del PP y residente en La Palma, con un pasado y un presente muy ligado al tenis, un deporte en el que ha tenido la oportunidad de arbitrar 46 eliminatorias de la Copa Davis, estuvo en Sevilla para disfrutar desde la grada del gran triunfo de la Armada Española. “Ha sido increíble e inolvidable”, relataba ayer mismo Mato, ya de vuelta a La Palma para partir hoy hacia Bruselas y continuar con sus compromisos profesionales. Mato, en la imagen junto al árbitro del cuarto partido, Pascal María, vivió la conquista de la Davis con una pasión especial, inmerso en un ambiente indescriptible para una eliminatoria que pasó por todos los estados posibles.
“De la euforia del primer día nos fuimos a la decepción de la derrota del doble y regresamos a la mayor de las alegrías con el partido de hoy [por ayer], que tuvo de todo” cuenta Mato, que destripa el encuentro decisivo: “Nadal es un coloso, pero esta vez empezó mal, luego reaccionó y jugó a un nivel increíble y, cuando parecía tenerlo todo encarrilado, entró en otro momento bajo, pero su fortaleza mental es tremenda. Tiene una cabeza privilegiada y un físico impresionante, es un líder natural, pero, por encima de todo, es un caballero. Lo que hizo tras ganar yendo a saludar uno por uno a todos los miembros del equipo argentino antes de celebrar el triunfo con sus compañeros fue inolvidable. Además, el respeto que le mostraron los argentinos habla de su carisma”. Mato alabó fundamentalmente el exquisito ambiente de deportividad que reinó durante toda la eliminatoria en el estadio de La Cartuja. “Yo sabía que iba a ser una eliminatoria dura, pero limpia”, cuenta Mato, que reconoce haber estado “en ambientes mucho peores, como el de una eliminatoria que arbitré entre Argentina y Chile. Esto no tuvo nada que ver. Las dos aficiones se mostraron muy correctas y con mucha educación, pero lo de los argentinos es espectacular porque no paran de animar ni un segundo y es que la Copa Davis tiene algo muy especial: que, mientras en los torneos grandes cada uno anima a su jugador favorito, aquí se anima a tu país. Es un sentimiento muy diferente”.
Y tan diferente es la Copa Davis que, tal y como reconoce Mato, ser campeón no sirve para nada si no se pasa la primera eliminatoria de la siguiente edición. España deberá ganar a Kazajistán para no convertirse en un campeón que luche por la permanencia en el grupo de élite de una competición distinta a las demás. Aunque suene contradictorio, Mato también se alegró de que la final se alargara hasta ayer. “Para toda la gente que le gusta este deporte creo que fue bueno que la eliminatoria no se acabara con el partido de dobles porque pudimos disfrutar de un partido épico e histórico”.