JOSÉ ANTONIO FELIPE / Santa Cruz de Tenerife
“Somos un equipo modesto, muy modesto. Pero eso sí, siempre cumplimos e intentamos competir en una liga tan complicada como la Segunda B”. Luis Gallego, presidente del Marino de Luanco, una villa costera asturiana de no más de 5.000 habitantes, es un vivo ejemplo de dirigente de Segunda B. Hombre humilde, que presta sus empresas para poder ayudar a “un hijo tonto que me ha salido”, según recalca con naturalidad. En un grupo I de la Segunda División B bastante profesionalizado, el Marino de Luanco emerge como un oasis en el desierto. “Nosotros contamos solo con jugadores asturianos porque no nos podemos permitir pagar grandes sumas. Yo tengo 220.000 euros para poder pagar a toda la plantilla y ahí incluyo al entrenador y a todos sus ayudantes”.
La diferencia es abismal. El Club Deportivo Tenerife, su oponente de este domingo, se marcha hasta los 2,5 millones y la media salarial de sus jugadores no desciende de los 95.000 euros. “El jugador que más cobra de nosotros son 1.000 euros, pero es porque vive lejos y, al menos, debe de tener para la gasolina y el teléfono móvil. Al menos, ya que no tenemos dinero, que a ellos no les cueste ponerse la camiseta del Marino de Luanco”.
A pesar de ser “un orgullo” poder jugar contra el Tenerife, Luis Gallego admite que caer en el grupo con los equipos canarios no les vino nada bien. “No por nada, porque allí siempre nos tratan de lujo y los viajes nos los paga la Federación Española; pero sí es cierto que si nos hubieran tocado equipos cántabros o vascos sus aficionados, al venir, nos hubieran dejado una buena taquilla. Eso sí, en la segunda vuelta, cuando venga el Tenerife, nuestro campo estará lleno. Eso seguro”, destaca. Llegar al Rodríguez López es “muy grande”, para un equipo como el Marino, pero la idea es la de “jugar al fútbol, como siempre”. “Vamos a ir a hacer nuestro juego, humilde, pero que intenta siempre dar buen trato al balón. Al Tenerife lo he visto mucho por vídeo. Quizás le falta algo de mejor juego, pero, por ejemplo, en el campo del Oviedo, pierde por mala suerte”, finaliza.