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Hallan a dos niños, de 11 y 5 años, muertos en una casa del barrio de Vistabella

   

El padre de la menor fallecida de 11 años se derrumba al llegar a la vivienda. | SERGIO MÉNDEZ

MARTA PLASENCIA / JOSÉ LUIS CÁMARA| SANTA CRUZ DE TENERIFE

Un barrio tranquilo y una familia aparentemente normal. Nada hacía presagiar la tragedia vivida en el número cuatro de la calle Primera Armenia, del santacrucero barrio de Vistabella. Eran las cuatro y media de la tarde cuando una mujer, tía de las víctimas, se topaba de bruces con una escena dantesca.

Sus dos sobrinos, una chica de 11 años de edad, y su hermanastro, de sólo 5, se encontraban muertos sobre sus camas, tapados con mantas. Mientras, su madre estaba sentada en el suelo del comedor con un ataque de histeria y heridas leves en el abdomen, y el padre permanecía sangrando inmóvil tras haberse arrojado, supuestamente, desde un balcón a un patio trasero de la vivienda, según la Policía.

Apenas minutos después, alertados por el 1-1-2, agentes de la Policía Local llegaba al lugar de la tragedia y detenían a los progenitores, que al cierre de esta edición se encontraban custodiados en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Él, de unos 50 años y que podría dedicarse a la videncia, pudo haber intentado suicidarse, aunque su vida no corre peligro; la madre, en estado de shock, se hallaba pendiente de una evaluación psiquiátrica.

Las primeras hipótesis apuntadas por la Policía Nacional establecieron que los niños pudieron fallecer por asfixia o por intoxicación. | SERGIO MÉNDEZ

Las primeras hipótesis apuntadas por la Policía Nacional establecieron que los niños pudieron fallecer por asfixia o por intoxicación, y que podían llevar varios días muertos. De hecho, algunos vecinos confirmaron que los chicos no habían ido al colegio ayer y que no habían sido vistos en las últimas horas por el barrio.

Las primeras investigaciones señalan a la mujer, de unos 40 años de edad y que responde a las iniciales S.P.B., como presunta autora, extremo que no fue confirmado por la Policía. Ésta, no obstante, sí reconoció que ambas personas tienen “problemas psiquiátricos”; en concreto, una “fuerte depresión”.

La expareja de la mujer, padre de la niña fallecida, fue uno de los primeros familiares en llegar hasta la casa, donde la Policía le impidió entrar, ya que se encontraba muy alterado, hasta el punto de que tuvo que ser atendido por una fuerte crisis de ansiedad. Sus padres, abuelos de la menor, aparecieron minutos después, así como otros amigos y conocidos de la familia.

La abuela de la niña culpó a la justicia por haber quitado la custodia de la menor a su padre biológico, al que los servicios de emergencia intentaban calmar en la imagen porque preguntaba por ella. | S.M.

El sentimiento común era que la “loca”, como la definió la abuela de la niña, había sido la autora del parricidio, y culparon a la justicia por haber quitado la custodia de la menor a su padre biológico, al que los servicios de emergencia intentaban calmar porque preguntaba insistentemente dónde estaba su niña.

Junto a los periodistas y el dispositivo policial, compuesto por agentes de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Autonómica Canaria, hasta el lugar del suceso se acercaron numerosos vecinos de la pareja, a la que definieron como “normal”. “Me he quedado helada, porque hace unos días vi a la mujer llevando a los niños al colegio”, señaló Ana, vecina de la zona, a este periódico.

Carmen, por su parte, manifestó que la presunta parricida nació en el barrio y “era una buena chica”. “No puedo creer que haya sido capaz de una cosa así”, recalcó entre sollozos.

Pilar, una joven que vive en la misma calle que las víctimas, dejó claro que “los niños fueron a la guardería del barrio y siempre los veíamos entrar o salir de casa”. Y es que nada evidenciaba que la pareja tuviese problemas, o que la relación entre ellos y los menores fuera mala, del mismo modo que se desconoce si los niños estaban siendo controlados por los servicios sociales del Ayuntamiento capitalino.

Sobre las 20.30 horas, la titular del juzgado de guardia levantaba los cadáveres de los niños, que fueron trasladados hasta el Instituto Anatómico Forense, donde la autopsia determinará las verdaderas causas de la tragedia. De igual modo, agentes de la Policía Científica recabaron las pruebas que deben esclarecer un suceso que provocó consternación y desconcierto en el apacible barrio de Vistabella.

La Policía Científica recaba pruebas sobre el suceso. | SERGIO MÉNDEZ

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Cuatro episodios similares en la provincia

Una madre mata a su bebé de seis meses en La Palma. Hay que remontarse hasta el año 2008 para encontrar un suceso que conmocionó a isla de La Palma. En el municipio de Tijarafe, una mujer de 32 años de edad asfixió a su niña de cinco meses, tras sufrir una depresión posparto. El pueblo se mostró consternado e incrédulo por lo sucedido. Se trataba de “una pareja maravillosa, a la que la niña les vino como caída del cielo”, pues llevaban tiempo con un tratamiento de fertilidad para intentar tener esa criatura.

Asesina a su mujer y sus dos hijos y luego se suicida. A mediados de febrero de 2008, un hombre mató a su mujer y los dos hijos de ambos, de seis y ocho años, en Los Olivos (Adeje). Pascuale M.C., de 49 años, de nacionalidad italiana, apuñaló varias veces a su pareja, Sophie J.R., una belga de 44 años, y a Valentino, de ocho años, y Zoe, de 6, para luego cubrirlos con toallas o mantas y abandonar el adosado familiar. Posteriormente se dirigió al piso donde residía desde que se separó de Sophie y, un día después del triple asesinato, se cortó las venas y consumó su suicidio tirándose por el balcón de la vivienda.

Acuchilla a su hija de siete años en venganza porque su mujer quería separarse. En febrero de 2004, la localidad de El Médano, en Granadilla, se estremeció cuando C.A.V., de 36 años de edad, acuchilló a su hija Natalia de siete años por venganza. Constaban varias denuncias por malos tratos en el seno de esta pareja de colombianos, la última tres semanas antes, cuando el hombre roció a la mujer con un líquido inflamable.

El macabro crimen de la calle Jesús Nazareno. El suceso que cuenta con varias páginas en la crónica negra de los crímenes en Canarias ocurrió en esta calle de Santa Cruz de Tenerife el 16 de diciembre de 1970 cuando el joven Frank Alexander de 16 años, instigado por su padre Harald, mató, profanó y mutiló a su madre, Dagmar y dos hermanas, Marina y Sabine, en un terrorífico crimen cuyos detalles siguen erizando. Fanáticos religiosos, Frank fue criado bajo el convencimiento de que era el profeta de Dios en la Tierra.

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Una tarde frenética

Una niña de 11 años, identificada como T.D.P., y su hermano de 5, J.P.P., han aparecido muertos en sus camas y tapados con una manta en su domicilio, situado en el barrio de Vistabella, en Santa Cruz de Tenerife. Las primeras hipótesis que se barajan sobre las causas de las muertes son asfixia o intoxicación, según fuentes policiales.

Así mismo, el padre de uno de ellos, identificiado con las iniciales J.P.L, se encontraba herido grave e inconsciente en el patio trasero de la vivienda tras tirarse desde un balcón, según informaron fuentes policiales.

Igualmente, el Cuerpo Nacional de Policía confirmó que los niños llevaban varios días muertos, según los primeros datos facilitados por el forense. Además, ayer no habían ido al colegio, según las mismas fuentes.

La Policía Local santacrucera ha detenido a la madre, S.P.B., de 40 años de edad, como presunta autora de la muerte de sus hijos y se encuentra bajo custodia de este cuerpo policial en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria y pendiente de una evaluación psiquiátrica.

Aunque se desconoce el carácter de las heridas del hombre, fuentes policiales aseguran que “no se teme su vida” y se encuentra hospitalizado y custodiado por la Policía Local en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, pendiente de la investigación judicial.

Según las primeras informaciones facilitadas por el Cuerpo Nacional de Policía, “los padres tienen problemas psiquiátricos”, en concreto, sufrían de una fuerte depresión.

La alerta surgió a las 16.31 horas, cuando una tía, hermana de la madre, fue a visitarles y al ver los cadáveres “salió despavorida”, como ella misma indicó.

Tras avisar al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2, éste alertó al 091 y a la Policía Local. Esta última se dirigió con varias patrullas al domicilio, encontrado a la madre con un ataque de histeria y heridas en el vientre, a su marido inconsciente en el patio trasero y a la pareja de niños en sus camas, tapados con una manta. Los agentes locales procedieron a arrestar a la mujer.

En la vivienda se encuentran en estos momentos el equipo de Policía Judicial y Científica, que hallaron sangre seca en uno de los baños, así como la juez que procederá al levantamiento de los cadáveres. También se trasladó al lugar el Comisario Provincial del Cuerpo Nacional de Policía de Santa Cruz de Tenerife.

La Policía Local instruye diligencias, al haber detenido a la madre, y la investigación del caso corre a cargo de la Policía nacional.

Durante la tarde llegaron al domicilio varios familiares de las víctimas y el padre de la niña fallecida, expareja de la detenida.

Ana, una vecina, relatado a DIARIO DE AVISOS que todas las mañanas se encontraba a la madre con los niños para llevarlos al colegio, pero hacía dos semanas que no los veía. “La madre era una persona correcta, algo fría, pero nada rara”, afirmó.