SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife
“Hay una serie de cosas que no comprendo, y entre ellas están los recortes del Gobierno de Canarias a la cultura, que me parecen una falta de respeto; pero igual me sorprendería si se dan en sanidad o en servicios sociales”.
Con esta contundencia se manifestó ayer el humorista canario Manolo Vieira, durante la rueda de prensa que sirvió para presentar su espectáculo Aquí estamos, cuyas cuatro funciones en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife (dos el viernes y dos este sábado, a las 20.00 y 22.30 horas) tienen colgadas desde hace días el cartel de “no hay entradas”.
El artista grancanario puntualizó que él no se puede “quejar” porque nunca ha recibido subvenciones, pero eso no quita, recalcó, para que considere básico que “los muchos talentos que existen en estas Islas reciban el empujón económico y el asesoramiento que necesitan para poder salir adelante”. “Si ese apoyo desaparece -afirmó, en relación al anunciado recorte del 65% que figuran en los presupuestos generales del Gobierno regional para el desarrollo de su política cultural-, entonces se le está faltando el respeto a la cultura”.
Vieira explicó que nunca se ha significado como afín a un partido político determinado, porque hay iniciativas de unos y de otros que le “gustan” o le desagradan. “Pero eso no quiere decir que sea apolítico”, apostilló, “sólo que quiero tener la libertad de evolucionar, de cambiar de idea, sin por ello pensar que he traicionado mis principios políticos”.
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Sólo humor, sin moralismos
El humorista Manolo Vieira estuvo acompañado en la rueda de prensa por la edil de Cultura en el Ayuntamiento santacrucero, Clara Segura, y por Cándido López, director de Producciones Oye.
Tras estar apartado de su profesión durante tres meses por una enfermedad, el humorista aseguró que es todo un reto, al tiempo que una satisfacción, regresar al Guimerá para estrenar espectáculo. “Aquí estamos es una propuesta de humor a secas, como siempre, porque nunca me ha gustado meterme en camisa de 11 varas, ni convertirme en un moralista del humor”.
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