EUROPA PRESS | Moscú
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) han asegurado que las elecciones legislativas celebradar ayer domingo en Rusia han experimentado algunas mejoras respecto a anteriores comicios, pero se han caracterizado por la “falta de imparcialidad” durante la campaña y por “graves indicios de pucherazo” durante el escrutinio de los votos.
En un comunicado conjunto, los observadores de ambos organismos admitieron este lunes que la preparación de las elecciones fue técnicamente correcta en buena parte del país pero se vio “marcada por una convergencia entre el Estado y el partido gobernante”, lo cual “limitó la competencia política” y derivó en una “falta de imparcialidad”.
La campaña electoral fue “sesgada en favor del partido gobernante”, prosiguieron los observadores. “Las autoridades electorales carecieron de independencia, la mayoría de los medios fueron parciales y las autoridades estatales interfirieron demasiado en diferentes niveles”, denunciaron.
A juicio de los observadores, el marco legal ha mejorado en algunos aspectos y los debates televisados de todos los partidos sirvieron de “plataforma” para que pudieran pronunciarse las distintas candidaturas. Asimismo, las votaciones durante la jornada electoral estuvieron “globalmente bien organizadas”.
No obstante, “la calidad del proceso se vio considerablemente deteriorada durante el recuento, que se ha caracterizado por frecuentes violaciones en los procedimientos y, en ocasiones, por posibles manipulaciones y por graves indicios de pucherazo”, añadieron.
Rusia Unida, el partido del primer ministro ruso, Vladimir Putin, finalmente ha logrado retener la mayoría absoluta en las elecciones de este domingo a la Duma o Cámara Baja del Parlamento ruso, ya que ha conseguido 238 de los 450 escaños de la Cámara. Sin embargo, ha pedido 77 diputados respecto a los comicios de 2007 y, con ello, la mayoría de dos tercios con la que contaba hasta ahora y que le permitía reformar la Constitución sin negociar con otros partidos.