Ramis: “El Heliodoro no presiona, sino que siempre te ayuda”

Luis Miguel Ramis, que llegó tras el traspaso de Fernando Redondo al Real Madrid, junto al expresidente blanquiazul Javier Pérez. | DA

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

Javier Pérez era excepcional negociando. Cuando en el verano de 1993 vendió a Fernando Redondo al Real Madrid, pidió que dentro de la negociación fueran incluidos dos jugadores: Víctor y Luis Miguel Ramis. El primero era un delantero ratonero que aún defiende la camiseta del CD Leganés en el mismo grupo que los tinerfeños, el segundo, era un espigado central de 1,90 con aire desgarbado y sonrisa permanente.

Ramis se ganó pronto a la afición del Rodríguez López por su entrega en cada jugada. “Los partidos de casa eran fantásticos. El ambiente en las gradas, las sensaciones que tenía la gente de hacer algo importante…”

Este tarraconense, madrileño de adopción, notó desde muy pronto la magia del Heliodoro. “Éramos un equipo compacto, fuerte, con hambre y para nosotros, la atmósfera del estadio, lejos de presionarnos, nos ayudaba mucho como siempre lo hace. Disfrutábamos mucho en cada partido y en cada entrenamiento por el gran ambiente que reinaba en el vestuario”, destaca.

El defensa tarraconense celebra un gol con el conjunto blanquiazul. | DA

El haberse casado con una chicharrera logra mantener los recuerdos de la Isla muy vivos para el exfutbolista. “Sigo yendo mucho a Tenerife porque mi mujer es de allí, mantengo mucho contacto con aficionados y siempre me tratan muy bien. Los dos años que pasé allí fueron geniales, de los mejores que tuve en mi carrera deportiva”.

Ramis llegaba de un Real Madrid con el que había ganado la Copa del Rey y la Supercopa de España en el curso anterior. Era una de las más firmes promesas de la cantera blanca y había logrado debutar con el primer equipo, el 6 de diciembre del año 1992, en un derbi contra el Rayo Vallecano, de la mano de Benito Floro. En la Isla tocó formar un equipo con grandes metas. “Mantengo contacto con muchos de mis compañeros. Con César Gómez, Antonio Mata, Slavisa Jokanovic, Aguilera o los jugadores argentinos con los que no tengo tanto contacto, pero sí muy buena relación”.

Sus buenas actuaciones con el Tenerife lo alejan de la Isla. “Me recompró el Real Madrid y me incluyó en la operación del fichaje de Davor Súker con el Sevilla FC. Descendí a Segunda División con ellos y me marché al Deportivo de La Coruña. Allí llegaría el título de Liga y de Supercopa en cuatro años también muy buenos”, dice.

Racing de Santander, Gimnástic de Tarragona, Racing de Ferrol, S. S. de los Reyes, CD Pegaso Tres Cantos y Cobeña fueron los equipos en los que formó también Luis Miguel Ramis antes de desarrollar su ocupación actual como entrenador.

“Entreno al Juvenil de División Honor del Real Madrid. Llevo seis años aquí, formándome y consolidándome como entrenador”, destaca minutos después de haber terminado de entrenar a su equipo en Valdebebas.

Ahora, en la distancia, afirma tener “la esperanza de que recuperemos la posición que merecemos. La situación que atraviesa el Club Deportivo Tenerife la han vivido muchos equipos y siempre hay que saber sobreponerse porque, además, tiene un potencial espectacular y los sacará adelante”, finaliza.

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Se le recuerda por…

Haber formado parte de una de las mejores plantillas de la historia del Club Deportivo Tenerife. Luis Miguel Ramis llegó a la Isla dentro de la operación por el traspaso de Redondo al Real Madrid y supo ganarse un puesto en el once del cuadro insular. Entregado y rápido en sus acciones, fue uno de los favoritos del Rodríguez López antes de abandonar la entidad blanquiazul.

¿Qué pasó luego…?

El Real Madrid ejerció la opción de recompra para poder enviarlo al Sevilla y así abaratar el fichaje de Davor Súker por el equipo madrileño. Desciende con los hispalenses a Segunda y recala en el Deportivo de La Coruña. En el equipo gallego logra ganar una Liga, una Supercopa y participa durante cuatro temporadas en la Champions League.

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