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Un hombre apegado a las tradiciones

   

Luis Carrión mima y está muy pendiente de sus toros y vacas, en su granja de Los Campitos. / JOSÉ ROMERO

LUIS DE LA CRUZ | Santa Cruz de Tenerife

Luis Carrión es carnicero de profesión (tiene una tienda en San Matías, que destaca por los productos de calidad que vende, todo carne del país) y guayero de devoción. Nació hace 60 años en San Roque (La Laguna), que es una auténtica cuna de ganaderos, aunque lleva muchos años (35) viviendo en Los Campitos.

Abre a este periódico las puertas de su ganadería, de par en par: es posiblemente una de las cuadras más ordenadas del Archipiélago. Mezcla lo tradicional con lo moderno e intenta por todos los medios que sus animales se sientan muy cómodos. Junto a su ganadería cuenta con un amplio solar que lo utiliza para entrenar y estar preparado para los arrastres. Sobre este asunto, señaló que “cuento con nueve toros y 11 vacas, y de tres a cuatro yuntas para participar en los diferentes arrastres que se celebran en la Isla a lo largo del año. Lo hago porque me gusta y es una forma de estar apegado a nuestras tradiciones, porque es un deporte muy costoso y lo que te dan no da para pagar el transporte de los animales”.

Su cuadra es una maravilla, y Luis Carrión señala que “como ganadería es la única que existe en la capital; me gustaría que algún día sirva de centro de formación para que nuestros niños y niñas conozcan nuestras tradiciones y sepan de primera mano cómo se cuidan nuestros animales”. Carrión cuenta con ovejas, ponnys, gallinas… Una de sus principales virtudes es que le gusta que sus animales vivan en libertad.

Se trata de una persona llena de vitalidad y con muchas ideas: “Espero que algún día las autoridades se fijen en nuestras cuadras y puedan ser utilizadas también como reclamo turístico, porque cada vez vienen a las Islas más personas en busca de algo más que el simple sol y playa”.

Se puede pegar uno horas hablando con Carrión, o más bien días, porque lo ha sido y lo es todo en el mundo de la ganadería, porque ha sido marchante de ganado, ha trabajado como matarife y, en la actualidad, también es importador de vacas productoras de leche, que las trae de diferentes países de la Unión Europea.

Muy familiar

Muchas son las horas que dedica Luis Carrión al cuidado de sus animales. Las vacas y los toros están limpios como la patena y todo está en su sitio.

Es imposible que sólo una persona pueda llevar a cabo todo este trabajo, y remarca que “para sacar adelante todo esto es crucial el apoyo de mi familia y de algunos amigos, porque se necesita de mucha paciencia y de horas para mantener una ganadería de estas características; además de darle mucho cariño a los animales”. También agrega que “toda la alimentación que le doy a mis animales es muy natural, y utilizó paja para las camas Esto los hace sentir bastante bien. Trabajamos bastante, pero nos sentimos a gusto porque hacemos lo que nos gusta”.

A la espera de ayudas

Luis Carrión es una persona muy vital, de la tierra, que nunca se da por perdido y que sabe levantarse. El Delta le llevó de cuajo toda la ganadería; la arrasó por completo, y los animales se quedaron al intemperie. Se puso las pilas pidió ayudas a sus amigos; tiró de algunos ahorrillos y remodeló por completo la cuadra hasta convertirla en uno de los grandes referentes de la ganadería en Tenerife. Han pasado años de ese viento huracanado, que pasó por la isla de Tenerife, pero Luis Carrión todavía no ha cobrado las ayudas, aunque éstas las tramitó de manera correcta. De todas maneras, con la bondad que lo caracteriza, señala: “Me han dicho que sí me pagarán, pero todavía no sabemos cuándo”.
De todas formas, Carrión confía en la administración y en las personas con las que ha hablado para que pronto pueda cobrar dichas ayudas, porque “será un respiro tanto para mí como para nuestra familia”.
Carrión es una persona carismática entre sus amigos, que lo adoran por su forma de ser. Indica que “mi casa es un lugar de encuentro para muchas personas, y hablamos de las cosas que nos gustan, entre ellas la ganadería y los arrastres, que para mí son una auténtica devoción”. Luis Carrión es de esas personas que trabajan por cuidar y mimar nuestras tradiciones, y lo está consiguiendo. Ahora sólo necesita el respaldo institucional que convocó el Gobierno de Canarias y que lleva mucho retraso.