JUICIO CON JURADO> MUERTE VIOLENTA DE UNA JOVEN EN GÜÍMAR (2010)

“Nunca pensé que fuera para tanto sino que le habían dado una torta”

El acusado, tío de la víctima, ayer en la Audiencia provincial. / FRAN PALLERO

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Los crudos relatos expuestos por distintos miembros de una familia tinerfeña presidieron ayer la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia provincial a cuenta de la muerte violenta de una joven, Yurena, acaecida en febrero de 2010. Entre las distintas versiones dadas, destacar que los padres de la víctima aseguraron que nunca tuvieron constancia del infierno que pasó su hija -y que salió a luz en la autopsia-, así como que sus tíos, los dos acusados de asesinato, maltrato y detención ilegal, negaron las imputaciones de la Fiscalía.

Precisamente, fue el dantesco relato elaborado por el Ministerio Público el que abrió el juicio oral tras la farragosa elección de los jurados (cuatro horas). La fiscal detalló con esmero que, a su juicio, los tíos de Yurena (J.M.P.R., de 56 años de edad, y M.A.R.R., de 48), la acogieron en su casa con el objetivo oculto de quedarse con su bebé para lo cual anularon la personalidad de Yurena, sometida a insultos y golpes hasta el extremo de morir 15 meses después tras sufrir un auténtico tormento. Poco más añadieron al respecto las dos acusaciones particulares, que representan a los padres y al hijo de la víctima.

Por contra, los dos abogados defensores desvelaron que Yurena denunció en su día a sus padres por malos tratos -fueron absueltos al no declarar la hija contra ellos-, a la par que construyeron una alternativa al relato acusador sin que, de momento, se encuentre explicación al brutal resultado de la autopsia, que desvela una secuencia de palizas prolongadas en el tiempo y capaz de quebrar al más templado.

La esperada declaración de los acusados, que aseguraron ser inocentes, desveló que -tal y como ya apuntaba la Fiscalía- en la pareja ella juega un papel predominante, siendo la que trabaja de los dos y la que muestra un carácter más fuerte y decidido. La tía de la víctima aseguró ante las preguntas de los defensores
-no aceptaron otros interrogatorios- que nunca tuvieron problemas, a la par que apuntó una supuesta mala higiene personal y cierta tendencia a salir de fiesta. El clímax llegó cuando dijo que Yurena se fue al entierro de la Sardina, volvió días después, no se quiso levantar y, cuando fue finalmente a dar con ella, la encontró muy grave. Tal versión cuadra poco con la autopsia, que desvela fracturas antiguas que provocan movilidad reducida.

Los padres

Por su parte, los padres de la víctima reconocieron que nunca imaginaron que la vida de su hija estuviera en peligro, a pesar de que un vecino alertó a la madre, quien acudió a los servicios sociales de Güímar pero no a la policía para presentar denuncia.

Lo que sí hicieron los progenitores fue negar que maltratasen a Yurena, explicando que la denuncia fue por una trifulca debida a la relación de la hija con un hombre casado que le doblaba la edad. Contaron además que, mientras estuvo con ellos, era feliz y llevaba una vida normal.

Una experta y un diario, bazas de los defensores

Una trabajadora social de Güímar especializada en malos tratos y un diario personal que habría redactado la víctima en la que relataría castigos físicos y palizas que supuestamente recibió durante su infancia son las dos bazas en las que los abogados defensores de ambos acusados argumentan su solicitud de libre absolución para los mismos.

Con respecto a la trabajadora, está previsto que hoy declare que atendió a Yurena y no advirtió maltrato, mientras que con respecto al diario cabe destacar que ayer el padre de la víctima aseguró no reconocer su letra en las páginas del mismo, que le fueron mostradas.

[apunte]

Las frases

La acusada: “Yurena tenía libertad, pero no quería salir sola a la calle por miedo. Eso sí, salía de noche, lo normal,”.

La acusada: “[Yurena] Me dijo que llevaba un diario donde contaba todo lo que le había pasado. Nunca la vi desnuda ni ella a mí, soy tímida. Muchas veces le dije que se duchara porque olía”.

La acusada: “El día que murió, fue al entierro de la sardina. Cuando llegó se acostó y me dijo que la dejara dormir; pensé que era normal tras tanta fiesta. (…) Al día siguiente pregunté si bajó a comer. Ya no contestaba” .

El acusado: (A preguntas de su abogado) “¿Tiene estudios? Ninguno. ¿Sabe leer y escribir? Malamente”.

El acusado: “Yo puedo tener hijos, pero mi mujer toma la pastilla” .

El padre de la víctima: “Jamás hubo problemas con Yurena, la denuncia vino por un enfado porque no nos gustaba que tuviera una relación con un hombre casado que le doblaba la edad”.

El padre de la víctima: (Al serle enseñado un diario): “No es la letra de mi hija”.

La madre de la víctima: “Cuando el juicio me llamó la atención tanto maquillaje en Yurena (…) En el labio tenía algo y debajo había oscuro”.

La madre de la víctima: “Un vecino me avisó de que habían gritos y palizas. Nunca pensé que fuera para tanto, sino que le daban alguna torta. (…) Cuando vi el cadáver, lo primero que pensé fue: ya me la mataron”.

[/apunte]