mensaje del papa >

Benedicto XVI ve “indispensable” que los jóvenes aprendan “la convivencia pacífica”

EUROPA PRESS | Roma

Benedicto XVI ha destacado que es “indispensable” para los jóvenes aprender “el valor y el método de la convivencia pacífica, del respeto recíproco, el diálogo y de la comprensión”, durante la misa celebrada este domingo en la Basílica de San Pedro con ocasión de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

Así, ha recordado que los jóvenes “están abiertos” a la convivencia y al diálogo pero ha declarado que “precisamente la realidad social en la que crecen” pueden llevarles “a pensar y actuar de forma opuesta, incluso de forma intolerante y violenta”.

En el día en que la Iglesia celebra la 45 Jornada Mundial por la Paz, bajo el lema ‘educar a los jóvenes en la justicia y la paz’, el Papa ha subrayado también que “frente a las sombras que hoy oscurecen el horizonte del mundo, asumirse la responsabilidad de educar a los jóvenes en el conocimiento de la verdad, a los valores fundamentales de la existencia, a las virtudes intelectuales, teologales y morales” significa “mirar al futuro con esperanza”.

En este sentido, ha precisado que después de las tragedias de las dos grandes guerras mundiales la familia humana ha mostrado ser “más consciente” de la necesidad de educar a los jóvenes “en la justicia y la paz”, lo cual “es un deber de cada generación”.

Según ha explicado el Papa, la Iglesia “se ha hecho intérprete de una exigencia que afecta las conciencias más sensibles y responsables” y que responde “a un desafío decisivo que es precisamente el educativo”.

El Pontífice ha precisado que la educación de los jóvenes es “un desafío” porque “en la era actual, fuertemente caracterizado por la mentalidad tecnológica” querer “educar y no sólo instruir no se debe dar por descontado” sino que es “una elección”.

Asimismo, ha declarado que “la cultura relativista” pone a los hombres una pregunta “fundamental” que es la cuestión de si “tiene sentido todavía educar” y “¿educar a qué?”.

Además, ha subrayado que esta educación “parte de la familia y se desarrolla en las escuelas y en otras experiencias formativas”, aunque ha precisado que “en esta obra educativa de las nuevas generaciones” las comunidades religiosas tienen “una responsabilidad particular”.

Así, ha señalado que es necesario “ayudar a los jóvenes a desarrollar una personalidad que pueda unir un profundo sentido de justicia con el respeto al otro, con la capacidad de afrontar los conflictos sin prepotencia, con la fuerza interior de testimoniar el bien también cuando cuesta sacrificio, con el perdón y la reconciliación”.

Por otra parte, ha declarado que la paz, en su sentido “más pleno y más alto”, es la suma “y la síntesis de todas las bendiciones”.

Ante miles de peregrinos congregados en la Basílica vaticana en el primer día del año, ha recordado que la Iglesia participa “al misterio de la divina maternidad” a través “de la predicación que disemina en el mundo la semilla del Evangelio” y con los sacramentos, que “comunican a los hombres la gracia y la vida divina”.

Por último, el Papa ha destacado que “como María” la Iglesia “es mediadora de la bendición de Dios para el mundo” porque “la recibe acogiendo a Jesús y la transmite llevando a Jesús” porque Jesús “es la misericordia y la paz que el mundo por sí mismo no puede darse y que necesita como y más que el pan”.