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Canarias refuerza su papel en las telecomunicaciones

Las comunicaciones Península-Canarias (Pencan) discurren actualmente por cables submarinos de alta capacidad. En la imagen, un buque operado por Telefónica. | DA

B. N. | Santa Cruz de Tenerife

La inversión en cables submarinos potencia la situación estratégica de Canarias como nodo de interconexión mediante sistemas por cable submarinos internacionales (SAT-2, Atlantis-2 y SAT-3/WASC-SAFE). El SAT-2 es un cable con una longitud total de 9.500 kilómetros, que parte de Sesimbra (Portugal), entra en Madeira y une El Médano (Tenerife) con Ciudad del Cabo, en Suráfrica. Está desde 1993. El Atlantis-2 es un cable con una longitud total de 9.300 kilómetros, que parte de Lisboa(Portugal) para unir El Médano (Tenerife) con Praia (Cabo Verde), Dakar (Senegal), Fortaleza (Brazil) y Las Toninas (Argentina). Funciona desde 1999.

El SAT-3/WASC/SAFE es un cable con una longitud total de 27.400 kilómetros, que parte también de Sesimbra (Portugal) y une Las Palmas de Gran Canaria con Dakar (Senegal), Abidjan (Costa de Marfil), Accra (Ghana), Cotonou (Benin), Lagos (Nigeria), Douala (Camerún), Libreville (Gabón), Luanda (Angola), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Durban (Sudáfrica), Isla Mauricio, Isla Reunión (Francia), Cochín (India) y Penang (Malasia). Data de 2001.

El nodo canario enlaza Europa, Asia y África con América del Sur, Centroamérica y América del Norte y refuerza las comunicaciones interinsulares y con la Península.

La Red de Cables Submarinos de Canarias lidera la interconexión entre las autopistas de comunicaciones del Atlántico para servicios de voz, datos e internet de banda ancha, entre otras aportaciones. Pero no solo las Islas están conectadas mediante estos cables submarinos con los tres continentes. Todas están unidas entre sí por cables de fibra óptica submarina y cierran un anillo para asegurar las comunicaciones en todo momento.

Tenerife y Gran Canaria están conectadas por las extensiones de los cables Pencan 4, entre Candelaria y Las Palmas de Gran Canaria, y Pencan 5, entre El Médano y Sardina del Norte. A esto hay que añadir el cable Candalta, que une Candelaria con Las Palmas de Gran Canaria.

Lanzarote y Fuerteventura se unen en anillo a la isla de Gran Canaria a través de los cables Transcan 2 y 3.
La Palma y La Gomera se conectan con Tenerife en anillo mediante los cables Tegopa 1, 2 y 3, mientras que El Hierro y La Gomera se unen mediante el cable Elhlgo.

A la vista de estas grandes infraestructuras se puede apreciar que las islas Canarias son un enclave estratégico de telecomunicaciones en el Atlántico, porque en ellas confluyen grandes autopistas de información y que, para la interconexión de estas autopistas, Canarias necesita una red interinsular robusta y segura (autopistas regionales de información).

El uso de los cables submarinos se debe principalmente a que es la tecnología más fiable (inmune a interferencias), la que ofrece mayor ancho de banda y menor retardo, segura (transmisión por fotones), fácil instalación, con bajo índice de averías, sin pérdidas y no contamina el espacio aéreo.

Para minimizar riesgos y aumentar la seguridad del tráfico, Telefónica ha buscado la diversificación de rutas y presta servicios a toda la población canaria. La arquitectura de red está planificada para conferir la máxima disponibilidad para los usuarios a los que Telefónica protege para que tengan la máxima calidad de servicio.

El objetivo de Telefónica es mejorar las infraestructuras de telecomunicaciones canarias cuyo primer y máximo beneficiario será la población de las Islas Canarias.

Los cables submarinos han ido evolucionando tecnológicamente a gran velocidad. Los primeros estaban construidos con cobre y, al final, las señales sufrían elevadas atenuaciones a causa del mal aislamiento (por malas manipulaciones o defectos de fabricación). Con el paso del tiempo, el perfeccionamiento de las cubiertas plásticas fue atenuando el problema, que se resolvió cuando fue posible desplegar amplificadores de señal a lo largo del trayecto del cable.

En los años 60 se tendieron los primeros cables coaxiales, y en los 80, los de fibra óptica.