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Cinco residencias de mayores de las Islas están apercibidas de cierre

J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife

El controvertido caso de la residencia de ancianos Sol de Otoño de Tías, en Lanzarote, ha puesto sobre la mesa los múltiples resquicios que utilizan algunas personas para posponer lo inevitable, que en este caso era el cierre de la instalación. Y es que, según explicaron a este periódico fuentes de la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Ejecutivo regional, muchas residencias recurren reiteradamente las sentencias sobre el cese de la actividad, y permanecen abiertas hasta que el Tribunal Supremo (TS) no emite una sentencia firme.

No en vano, en la actualidad la Consejería ha emitido apercibimientos de cierre a cinco residencias privadas de mayores del Archipiélago, por “reiterados incumplimientos de la normativa”. Ello no quiere decir que en estos centros se hayan producido situaciones de maltrato como las que captó un programa de Cuatro en Lanzarote, ya que si hay denuncias es la Fiscalía quien interviene. “Se trata de procedimientos administrativos que conllevan sanciones económicas y pueden llevar al cierre”, informan desde el departamento que dirige Inés Rojas, donde recalcan que “muchos empresarios recurren en dos y tres ocasiones las sentencias, que no se pueden ejecutar mientras no haya decisión firme de cierre”. Las cinco residencias que están en el punto de mira de la Consejería presentan distintas irregularidades, que pueden ir desde deficiencias en la instalación a contratación irregular del personal, pero no por maltratos hacia los mayores residentes. En este sentido, desde Políticas Sociales recuerdan que antes incluso de que se aprobara la actual Ley de Dependencia, Canarias ya contaba con una normativa y un decreto muy restrictivo en materia de infraestructuras para mayores.

Pese a todo, según denuncian desde la Plataforma Tenerife Discapacidad, “muchas personas se van a quedar en un limbo, sin servicios ni ayudas para la dependencia este año”. “Canarias continúa estando a la cola, tanto en número de valoraciones como de prestaciones”, recalca Raúl Cordero, portavoz de la plataforma, que exige que se convoque ya el Consejo Territorial de la Dependencia, que no se reúne desde marzo. En él se deben debatir los borradores de los decretos de mayores, sobre el copago y la propia homologación de los centros, necesarios para el desarrollo de una ley que las asociaciones consideran “insuficiente”.

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Sol de Otoño, en el Supremo

El alcalde del Ayuntamiento de Tías, José Francisco Hernández, dijo ayer a Efe que su grupo de gobierno desconocía que sobre la residencia de ancianos Sol de Otoño pesaba una sentencia judicial de cierre de actividad. Ésta, sin embargo, estaba recurrida ante el Tribunal Supremo (TS), como confirmaron al DIARIO desde la Consejería de Políticas Sociales. José Francisco Hernández comentó que cuando el Consistorio tuvo conocimiento del hecho solicitó a la Policía Local de Tías un informe del centro y constató que en la residencia privada se alojaban 27 ancianos. “Acto seguido el ayuntamiento, a través de su concejal de Actividades Clasificadas, Saray Rodríguez, incoó un expediente sancionador al responsable de la residencia, que ejercía la actividad “sin licencia municipal”, subrayó.

El mandatario, que tuvo a su propio padre en el centro, también dio la orden de decretar el precinto de la residencia, que será efectivo cuando se culmine la reubicación en otros lugares de las personas que se alojan allí. Hernández informó de que contactó con el responsable del área en el Cabildo de Lanzarote, Marciano Acuña, y la consejera regional de Bienestar Social, Inés Rojas, para proceder al realojamiento de los ancianos en otras residencias o en sus propios domicilios.

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