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Donde el agua se hace energía

D. SANZ | Santa Cruz de La Palma

El barranco del Río dio la energía para la primera ciudad con luz eléctrica y los molinos hidráulicos. / D. S.

Un elemento crucial en este entorno rural de la capital palmera ha sido la presencia del agua. No sólo para el consumo de las personas o la necesaria irrigación de los campos, sino para transformar su fuerza en energía. Por el barranco del Río, por su escarpada orografía, corría el agua que convirtió a Santa Cruz de La Palma en la primera ciudad de Canarias en contar con luz eléctrica en 1893.

Ascendiendo por el barranco, no en la vertiente de Velhoco sino en la que da hacia la Dehesa, se encuentran los vestigios de la central hidroeléctrica, que fue construida y gestionada por la empresa Electrón. La importancia histórica de este emplazamiento ha llevado a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Santa Cruz de la Palma y la compañía Endesa para la rehabilitación de este inmueble que se remonta a finales del siglo XIX.

Durante 56 años, es decir, hasta 1949, la empresa El Electrón -de la que es heredera Endesa- fue la encargada de suministrar de energía eléctrica a Santa Cruz de La Palma. La antigua central conserva aún buena parte de la infraestructura original, cuya propiedad detenta la compañía eléctrica.

Molinos

En esta vinculación estrecha que mantiene esta zona con el agua, donde la orografía juega un papel importante para aprovechar la energía que provoca la caída en los grandes saltos del manantial, el investigador Víctor Hernández Correa destaca también la presencia en Velhoco de los molinos hidráulicos en la ladera del barranco del Río.

“A través de distintas canalizaciones se consigue el caudal necesario para que con la potencia de un salto de altura haga mover las muelas del molino”. Justamente en esta ladera del barranco sobreviven tres de estos molinos en buen estado de conservación que son un tesoro etnográfico para conocer y valorar la importancia del agua en la cultura tradicional.

Eran molinos hidráulicos que estaban destinados a la producción harinera y de gofio de la Isla. En este sentido, cabe destacar que tanto Velhoco, como los barrios de su entorno, eran la auténtica despensa de Santa Cruz de La Palma, por lo que se cultivaba abundante grano para esta producción.

De la existencia de estos molinos se tiene constancia desde el siglo XVII hasta la década de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado, que fue cuando dejaron de usarse. A estos molinos también se acercaban desde Breña Alta para traer su producción.

Para Hernández Correa, el municipio de Breña Alta, en especial la zona de Buenavista, y Velhoco han estado culturalmente muy vinculados dada la continuidad geográfica que existe. De hecho, según nos comentó, Velhoco fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX un gran productor de tabaco, que entraba en la denominación origen de Breña Alta.