El misterio se manifiesta de mil y una maneras, tantas como cerebros hay en este planeta azul en el que vivimos. Cada cual vive sus experiencias más o menos extrañas con un marcado sentido de lo personal y, en ocasiones, de la propiedad; lo que para mí es misterio, quizá para usted no lo sea. Pero estaremos de acuerdo en que el escenario donde se producen los supuestos fenómenos anómalos, juega un papel importante, ya sea por la sugestión producida por acontecimientos previos o simplemente porque ante nuestros ojos y, de forma fehaciente, se manifiesta algún tipo de entidad. Sin lugar a dudas uno de estos escenarios propicios es el que nos brindan los hoteles, esos inmuebles de largos pasillos internos y habitaciones interminables en los que, en casos concretos, se han producido crímenes, fenómenos parapsicológicos, sórdidas historias… incluso existen empresas del ámbito turístico que venden paquetes de estancias en las que se incluye alojarse en una habitación donde se cometió un asesinato ritual, o en una en la que se dice que aparece el espectro de una señora gorda con un jarro de agua entre sus rollizos brazos. Sin lugar a dudas, el cine y los libros han contribuido a la proliferación de este tipo de historias. Stephen King dejó claro en El resplandor o 1408 que el miedo y lo insólito combinan perfectamente con las paredes desdibujadas de estos lugares. ¿Recuerdas a ese niño subido sobre su pequeño triciclo mientras no paraba de dar vueltas por los interminables pasillos del hotel? Pero, al margen de la ficción, existen repartidos por gran parte del mundo hoteles con personalidad propia.

Marcamos con nuestro particular GPS un punto concreto. Nos vamos hasta las montañas rocosas del Colorado en los Estados Unidos, y nos alojaremos en el Hotel Stanley. En él, concretamente en la habitación 418, se manifiestan diversos fenómenos catalogados como paranormales. Entre estos extraños acontecimientos está la aparición reiterada de un objeto luminiscente que cruza de lado a lado la habitación con una velocidad tal, que impide ver de qué se trata. No son pocos los inquilinos que aseguran haber sido despertados durante la noche por un extraño ruido, parecido a arañazos contra los cristales de la ventana, como si estos sonidos vinieran desde fuera. Entre el amplio abanico de sonidos que se manifiestan en el Hotel Stanley, los más insolentes son los de un piano y los pasos en el interior de la habitación. No abandonamos suelo norteamericano para alojarnos en el Hotel del Coronado. Cuentan que el día de Acción de Gracias del año 1892, una mujer llamada Kate Morgan se registró en el hotel con el nombre falso de Lottie A. para reencontrarse allí con su marido. Sin embargo, el hombre nunca acudió a la cita y días después, el cuerpo inerte de la mujer fue encontrado con un disparo en la cabeza a pocos metros del hotel, concretamente en las escaleras traseras. Entre los fenómenos extraños que se producen en el Coronado, está la aparición de una mujer que ronda alguno de sus pasillos, aunque la mayor parte de los fenómenos se producen en el interior de la habitación 3502. Precisamente es en esta habitación donde hace unos años un grupo multidisciplinar decidió investigar, llegando a registrar y captar en vídeo y fotografías un total de 37 fenómenos en el mismo día.
Quizá sean los Estados Unidos de América y el Reino Unido los dos países con mayor concentración de hoteles malditos o extraños, reuniendo prácticamente el 80 por ciento de ellos. Antes de abandonar suelo norteamericano nos alojaremos en el Hotel Crescent & Spa construido en 1886 en Eureka Spring, Arkansas. Presume de ser en el que más fantasmas residen. Durante su construcción, un trabajador irlandés llamado Michael, cayó desde lo más alto y murió. El lugar donde cayó es actualmente el que ocupa la habitación 218 y también donde se manifiesta el supuesto fantasma del irlandés. Según muchos testimonios, en ocasiones con su mano etérea atraviesa el espejo del baño. En el tercer piso del hotel se puede manifestar con frecuencia la visión de una enfermera vestida de blanco mientras empuja una camilla por el pasillo. En la habitación 419 del mismo hotel, aparece Teodora de improviso y desvaneciéndose inmediatamente. Más de una veintena de hoteles de este tipo están diseminados por la geografía de los EE.UU., estando muchos de ellos dentro de la ruta de los hoteles fantasma.
Viajemos ahora hasta Europa y pasaremos por el Reino Unido para alojarnos en el Hotel Black Swan, Escocia. En él existen unas extrañas e inusuales manifestaciones espectrales. Se trata de las apariciones de miembros aislados que flotan en el aire, en medio de los fríos pasillos empedrados del castillo; brazos cortados, cabezas, piernas… La presencia de un hombre desdibujado y sin piernas, aparece de forma leve en los recodos de algunos pasillos, portando una espada en una de sus manos y atravesando las paredes con intrigante normalidad.
En España no son pocos los hoteles malditos o embrujados, que así también se les conoce. Quizá uno de los máximos exponentes sea donde no alojamos ahora. Se trata del antiguo Hotel Corona de Aragón, imponente edificio que el 12 de julio de 1979 fue protagonista de un horrible suceso que conmocionó a la ciudad de Zaragoza y a todo el país. Un impresionante incendio se hizo con el control del hotel y acabó con la vida de 78 personas, al margen de los innumerables heridos y quemados. Las causas de la tragedia aún hoy en día no se han aclarado, entrando en el peligroso crisol de las especulaciones la posibilidad del atentado de ETA, ya que en el hotel se alojaban además de muchos mandos militares, la viuda de Franco y su familia, que iban a acudir a la jura de los nuevos tenientes en la Academia General Militar. Con el paso de los años, el hotel fue restaurado y remodelado, volviendo a abrir sus puertas al público aunque al parecer en alguna de sus habitaciones aún permanecen antiguos inquilinos. Por lo visto los fenómenos extraños se manifiestan por todo el hotel, aunque los de mayor intensidad y frecuencia ocurren en la habitación 510. Muchas de las personas que han dormido en ella coinciden en los bruscos fenómenos de termogénesis (cambios repentinos y extremos de la temperatura ambiente en un punto concreto) que se manifiestan incluso en el aparato de aire acondicionado y en el agua que sale por la grifería del baño. Encendido y apagado de las luces durante la noche, llamadas de teléfono sin estar ningún interlocutor al otro lado del aparato, olor a podrido, sensación de asfixia, extrañas luces que se recorren la habitación y los pasillos exteriores.
¿Y en Canarias? En nuestro Archipiélago tenemos algunos ejemplos de alojamientos turísticos con fenómenos insólitos asociados. Me gustaría hacer un alto y pedir alojamiento en el Hotel Rural Finca La Raya, en el municipio de Güímar, en Tenerife. La casona fue conocida durante muchos años por los naturales de la zona como la casa del miedo, avalada la denominación por algunos hechos que al parecer han ocurrido a lo largo del tiempo entre sus muros. Durante muchos años la casa estuvo en estado de semi-ruina, antes de que se restaurara y mostrara el bonito aspecto que ofrece actualmente. Cuentan que mientras se desarrollaban las tareas de acondicionamiento, se escuchaban ruidos de procedencia incierta, puertas y ventanas que se abrían y cerraban de forma espontánea, sombras, extrañas sensaciones, como si los trabajadores no estuviesen solos en el lugar. Una vez convertido en hotel, no son pocos los clientes que coinciden en describir los mismos fenómenos. Como denominador común entre todos los hoteles embrujados, en éste también hay una habitación que destaca de sobremanera porque en ella es donde al parecer se presenta la figura de una mujer que se sienta en un lado de la cama mientras el inquilino duerme. Grupos de investigación de nuestra isla como Clave 7, han desarrollado algunas investigaciones de las que se han desprendido interesantes resultados que no hacen más que avalar que en ese lugar ocurren cosas extrañas. ¿Fenómenos paracientíficos o simple sugestión? En fin, estos humos siempre viajan en función de hacia dónde soplen los vientos. En la próxima ocasión en la que tenga que viajar, eche un vistazo previo a la habitación del hotel en el que se aloje, porque quizá ya esté ocupada sin saberlo.